ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

martes, septiembre 21, 2004

Agrandaditos y achicaditos

Newell´s le fue "bien, pero mal también" ?como canta Adriana Varela en un tango contemporáneo? porque tanto dominio genuino, su 2-0 facilongo, se le vino abajo groseramente, hasta extremos por lo menos inelegantes.Scocco, y Borghello -más Belluschi, Marino, Re y demás-, suplieron dignamente al por ahora fantasmal Súper Newell''s estelar imaginado con el alma traviesa de Ortega, el desbordante Rosales (ya transferido), lo que inocentemente se imaginó de Jardel, y la fantasía trunca de Manso. Pero pasó de equipo agrandadito -por el encanto y eficiencia futbolística de los pibes- a achicadito, por la voltereta táctica aplicada en el segundo tiempo. Algo sin grandeza en su esencia, riesgosa por su doble filo, y negativa al acabar apelotonado en su propio arco, a la manera de boxeador contra las cuerdas. Porque el último cuarto de hora se jugó de mitad de cancha hasta el arco de Villar. Sólo Gutiérrez quedó en su campo.Evolución-involución. A todo esto, el Bicho equivocó su planteo inicial, pero creció, dificultosamente, por dos caminos: 1) corrección a la media hora de su error (entró el enganche Pisculichi por el volante lateral Kmet); 2) retraso geográfico de Newell''s, con cesión de pelota. Lo de Pisculichi le dio alas a Argentinos. Lo del 4-4-2 de la Lepra tuvo pretensiones contragolpeadoras (forzó un par que salvó Gutiérrez), pero significó una retranca porque desprotegió a los puntas-pibes. Los aisló. No cambió al cansado Capria por otro que no los dejaran a la intemperie.¿Por qué suele ocurrir que un DT organice un planteo ganador y lo empioje luego con una fórmula especulativa? Pasó con Gallego. Inversamente, ¿por qué un técnico arranca con una posicional potencialmente menos ofensiva, y se da cuenta de lo obvio con el correr del partido? Pasó con Batista. Así, Newell''s fue de mayor a menor. Y Argentinos, al revés.Zona de desequilibrio. De entrada hubo una zona de desequilibrio en favor de Newell''s: todo el sector derecho desde la media cancha en adelante. Tallaba el desdoblamiento de Beluschi, con su 2-1 sobre Kmet, junto Vella. Y también del volante derecho contra Mignini, en yunta con Borghello. Además, los desmarques de Scocco hacia la derecha -rotaba con Borghello-, complicaban a Mignini al encarlo con pelota dominada. Firme Rosada, se desprendía también Marino y se tejían paredes con Capria, quien tocó pocas veces la pelota, pero siempre bárbaro El Mago.intervino en las jugadas de los goles, aunque hubo foul previo de Scocco a Gutiérrez, en el segundo).Después, Pisculichi fue una ventanita para que el Bicho soñara una recuperación, que se abrió del todo en el segundo tiempo. Fue cuando su equipo jugó con tres en cada área, y hasta con cuatro en la de enfrente sobre el final, mientras Newell''s apretaba a su fondo con todos los demás.Quedó firme que la Lepra mostró mayor concepto de equipo hasta que se arruinó con la reformulación de su estrategia. Fue un equipo agrandadito sin los astros escondidos, pero que debe proteger más a los pibes inmaduros.Solo se trata de que nadie se desnaturalice: que Newell''s sea el del primer tiempo. Y Argentinos, el de Pisculichi no sólo cuando las papas queman.

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