Una espina clavada
Velázquez vuelve a jugar contra el equipo que lo mandó al descenso con Talleres.
Hay cosas que nunca se olvidan. Los grandes desamores, por ejemplo. En el fútbol existen situaciones similares. Un jugador que sufrió un descenso, por caso, tiene grabado con tinta indeleble el momento de la fatídica pérdida de la categoría. Maxi Velázquez es uno de ellos. Le sucedió en la última temporada con Talleres y el verdugo fue Argentinos, el rival de hoy. Por eso mantiene en su memoria aquel Cordobazo del 4 de julio. "Y sí, es un partido especial, porque me quedó una espina con ellos después de que nos ganaron la Promoción", afirma.Hoy, ya con la camiseta de Lanús, Velázquez volverá a verle la cara al rival que lo sentenció. Y ya lo mira de reojo... "Argentinos viene mejorando, es un equipo duro, más allá de que los últimos resultados no lo acompañaron. Para ganarle habrá que jugarle de la misma manera, con la pelota por el piso y presionándolos en la salida", dice el volante, quien, al igual que el resto del plantel, piensa que sólo sirve ganar. Para seguir prendidos allá arriba y encarar con el mejor humor el receso que asoma. Además, claro, de saldar cuentas personales...
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