BANFIELD 0 - ARGENTINOS 2
Ahora es Bisculichi
Con sus dos goles, el primero una joyita, Leonardo Pisculichi le dio la victoria a Argentinos y fue la figura de la cancha. Pudo meter el tercero, pero falló un penal.

Se quedó ahí, a punto de igualar un récord en este campeonato, de transformarse en el segundo jugador del torneo en meter tres goles en un solo tiempo, el primero (Rolando Zárate ya había gritado una tripleta en el complemento, en la segunda fecha frente a Quilmes). Tras una falta en el área de Pablo Fernández a Oberman, Giménez cobro penal. Leonardo Pisculichi, el del apellido simpático, el enganche de la zurda hábil, acomodó la pelota en el punto del penal y fue en busca de su segundo grito por esa misma vía: tomó carrera, miró al arquero antes de patear y le pegó a la izquierda. Mariano Barbosa adivinó el lugar, la bola dio en su rostro y terminó muerta en sus manos, sin el mínimo rebote. Habría sido el tercero suyo y de Argentinos. "Chiche me pidió que pateara fuerte los penales. Yo suelo tirarlos a colocar. Le hice caso y me equivoqué", reveló el enlace cuando terminó el partido.Pero de todas maneras, más allá de ese paso en falso, los hinchas del Bicho deben agradecerle su trabajo porque a esa altura, Piscu ya había sido la gran figura de la cancha con dos tantos, el primero, un golazo.Transcurrían 13 minutos de la etapa inicial. Argentinos ya demostraba una superioridad notoria a partir de su buen trabajo en el mediocampo. Casi en tres cuartos de cancha, Claudio Marini le robó la bocha a Cervera (algunos pidieron falta) y la agarró Pisculichi. Encaró y giro su cabeza hacia la derecha, pero no dio el pase hacia ese sector. Prefirió otro camino: apuntó desde 30 metros y sacó un zurdazo que cayó de golpe y dejó parado al arquero. No necesito entrar mucho en juego para volver a ser protagonista en el marcador.A los 19, en una jugada muy confusa, Giménez cobró un penal por un supuesto agarrón en el área ante un centro desde la derecha. Piscu se adueño de la pelota y la puso desde los doce metros. Fue con calma y tocó sobre la derecha de Barbosa, quien alcanzó a tocarla con sus manos aunque no lo suficiente para evitar el segundo gol del Bicho.El armador tiene 20 años y debutó en Argentinos el 20 de febrero de 2002, en el 1 a 0 ante Talleres. Su habilidad lo llevó a ser una de las sensaciones del equipo a poco de hacer su estreno, hasta consolidarse como titular en el equipo. En este torneo marcó cuatro goles y jugó 17 partidos. Actualmente lleva 96 partidos, con 22 goles en su haber. En Primera acumula 27 compromisos, aunque también vivió la experiencia de jugar en la B Nacional entre el 2002 y parte del 2004, período en que jugó 68 partidos, con 17 tantos. Anoche salió de la cancha a los 33 minutos del segundo y recibió una ovación. Fue una buena despedida del torneo para él y para el Bicho.
Visitante irrespetuoso
Argentinos consiguió su segunda victoria en casa ajena y le cortó una racha bárbara a Banfield, que era el único equipo invicto de local en el torneo. El 2-0 fue más que justo
Cuando Julio Falcioni asumió en Banfield, hace ya un año y medio, sentenció: "Voy a cambiarles la mentalidad a los jugadores". El técnico se refería a estamparles una actitud de grandeza, valentía, coraje, el Florencio Sola debería ser infranqueable. En este Apertura se alcanzó esa fortaleza en casa, hasta anoche era el único equipo invicto como local del torneo, pero se equivocaron al invitar a cenar a Argentinos. Banfield salió como siempre, atrevido, guapeando, con Palacio llegando siempre al fondo y sacudiendo un remate que contuvo Gutiérrez, la victoria parecía cerca. Pero algo ocurrió: Argentinos le movió el mantel y Banfield ya no tuvo comida para llevarse a la boca.Antes de los 13 minutos, cuando Pisculichi detonó ese bombazo desde 30 metros y escribió el 1-0, al enlace visitante ya le habían cometido tres faltas en la mitad de la cancha, mientras arrancaba y el vendaval asomaba. Era, acaso, un preámbulo. Cuando Pisculichi escapó de los latigazos de San Martín y el Moncho Fernández, el partido le sonrió. Desequilibró, y ya nadie lo paró. Barbosa demoró que la ventaja se estilizara al sacar un tiro bajo en el primer palo, pero a los 18'' llegaría el penal que vio el Sargento Giménez (¿agarrón de San Martín a Mignini?) y la definición sutil de la figura del partido. Abajo y esquinado. Falcioni agudizaba la mirada y analizaba. Argentinos había llegado tres veces, con dos goles, y Banfield apenas molestado una vez a Gutiérrez. Nada se le podía reclamar a la justicia. Palacio intentó con otro zurdazo cruzado y Gutiérrez le volvió a ganar. Walter Nelson no decía "partido liquidado" por respeto y porque faltaba mucho. A los 39'' llegó la falta del Moncho a Oberman (¡qué caño a Civelli!) y el penalazo que Barbosa le detuvo con guantes de plomo a Leonardo. El remate fue duro y con cara de malo. Pero Banfield no soltaba a la esperanza.En los primeros minutos del segundo tiempo se reveló el final: al equipo de Falcioni se le habían roto los bolsillos de las ideas (centros, centros y centros) y Argentinos se divertía con el temple de Marini, el despliegue de Pérez Castro y las atorranteadas de Pisculichi, Oberman y Píriz Alvez. El Negro Galván, mientras tanto, saltaba y le hacía frente hasta a la Flota Aérea de los Estados Unidos. Sobre el último cuarto de hora llegarían las expulsiones de Ceballos y Brandán, para colmo complicando aún más al local. Argentinos apretó las uñas contra el travesaño y ya no habría torbellino que lo sacara de ahí ni delantero que pudiera blandir su red. Recién ahí se permitió cantarle a la victoria, pegarle un fuerte beso en la mejilla, la 2 afuera en el torneo (la otra con Arsenal), la mejor cara de un visitante irrespetuoso.
Un 2004 a lo Argentinos...
Por Guillermo Cogorno
Se va un 2004 intenso, lleno de vivencias. Primera emoción: el 31 de enero, en nuestra vuelta oficial a Paternal contra San Martín de Mendoza. Después, como lo indica la historia del Bicho, vino el ascenso de la forma más difícil: el cordobazo ante Talleres, una cosa de locos. Y de la mano del Checho, el Polo, hombres de la casa como debe ser. Al toque, llegaron los 100 años el 15 de agosto y continuemos la borrachera. Pero... Nos tocó volver a sufrir con un mal comienzo en la A. Ahí llegó nuestro Highlander: Chiche Sosa. Y a renacer de nuevo, liquidando a San Lorenzo, Boca e Independiente en nuestra casa, un orgullo. Y un gran cierre ante Banfield. ¿El 2005? Supongo que sufriendo como pasa siempre, pero con un final feliz, porque la del Bicho es cosa seria, es una camiseta calentita y pasional.
Giménez cobró un penal bien y otro mal
Los de Banfield estaban que volaban con Daniel Giménez. El árbitro les cobró dos penales en contra (uno lo atajó el arquero Barbosa). El Sargento cobró mal el primero ya que no se advirtió infracción de San Martín a Mignini, como el mismo juez explicó, y acertó en el segundo (hubo falta de Fernández sobre Oberman).
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