ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

jueves, enero 13, 2005

Este Tweety sí que vuela alto
Carrario llegó al Bicho con ambiciones: "Quiero ser el goleador del torneo y clasificar a una copa".



El Tweety apuesta a un vuelo crucero, ya no le teme ni a Silvestre. Después de 12 migraciones, casi todas en elite, y una al exterior, pide cumbre, avisa que hay alas para rato. "Soy más completo que cuando empecé, ahora también puedo participar del juego, generarlo, dar un pase gol?", explica Silvio René Carrario, el hombre que contrató el Bicho, equipo al que le marcó nueve tantos durante su carrera con otras camisetas, para garantizarse la cuota de gol. Claro que el cordobés de Bell Ville, de 33 años, tiene objetivos un poco más ambiciosos. "Quiero ser el goleador del torneo, y si también se puede, clasificar a Argentinos a alguna copa", apunta bien alto...

Tener la presión de meterla tupido es un gaje más del oficio. "Esa mochila es permanente, la llevo siempre conmigo. Es una motivación que la gente me pida hacer goles, porque significa que confía en mí, eso es bueno, me lo exigen por el apellido", desdramatiza. Una nueva mudanza, otro desafío. En Quilmes entró en la historia, clasificando al equipo a la Sudamericana y dejándolo en el repechaje de la Libertadores. Pero el cambio fue obligado. "Gustavo (Alfaro) me avisó que ya no me tendría más en cuenta, entonces opté por irme. Y elegí la mejor oferta, en todo sentido", comenta. Un emparentamiento con el paladar fue otro factor clave. Es que el Tweety se confiesa admirador de la filosofía de la jaula de La Paternal. " Conozco a su entrenador. Es un club con mucha historia, por donde pasaron grandes jugadores, incluso, el más grande. Y siempre tuvo un estilo de juego definido, al ras del piso. Yo siento ese fútbol, me identifico, al igual que con el de Basile, el de Menotti?", señala el delantero en el hall del Hotel República, donde se hospeda la delegación en la dura pretemporada del Bicho.

Ya en los primeros coqueteos con la pelota, en el predio de Banco Provincia, Carrario advirtió un cóctel sabroso, que puede hacer furor en la temporada de Clausura. Los chiches de los chicos, el roce de los grandes, en cantidades similares, lo entusiasman. "El plantel te genera muchas cosas, con los pibes que tiene, Leo Pisculichi, Gastón Machín, Gustavito Oberman, Pérez Castro, Arce, Seltzer, ufff. Y hay gente de experiencia, Gutiérrez, Medero, el Negro Gamboa, el Negro Galván, el Cabezón Marini, estoy ilusionado", suelta la sonrisa, augurando un futuro atractivo, distinto. Será por eso que patea para adelante el momento de colgar las plumas, se aferra a la chance de seguir piando. "No pienso en el retiro, tres o cuatro años más voy a seguir jugando y, creo, con vigencia de Primera, es lo más lindo que hay", asegura desde su look juvenil, pelo largo, atado bien alto. Alto, como sus anhelos para lo que se viene, el presagio de un torneo con una cantidad de gritos inéditos, superior a la media, un vuelo triunfal.

El Tweety convirtió en todos los clubes
100
Los goles que hizo en su carrera


Metió: 16 en El Charrúa, 11 en Talleres, siete en Racing, dos en Boca y en el Tatengue, 13 en Español, 33 en Chaca, cuatro en Venezuela, siete en Olimpo y cinco en Quilmes.


De aquí para allá
12
EQUIPOS DE SILVIO

Con Argentinos, serán 12 las camisetas que vistió Carrario en su carrera: 11, de la Argentina y una del exterior. Debutó en el Nacional B en el 93 en Central Córdoba y después pasó por Talleres, Racing, Boca, Español, Chacarita (en la A y B Nacional), Italchacao (Venezuela), Olimpo, Lanús, Quilmes. Ahora, se calza la del Bicho. Mucho, ¿no?


Hay otro que quiere meterla



Se trata de Héctor Javier Ramírez, nacido en Cali, Colombia. Viene de jugar en el Monagas de Venezuela, y está a prueba durante la pretemporada. Tiene 26 años, mide 1,77, pesa 72 kilos, y es delantero de área. "Sería muy importante para mí jugar en el fútbol argentino. Ojalá haga las cosas bien y pueda quedarme en este club tan importante", dijo el atacante.

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