ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

domingo, agosto 22, 2004

"Estoy harto de la sanata"
Gamboa debuta y cuenta por qué prefirió jugar en el Bicho. "Acá me querían", tiró.



La mayoría de los técnicos siempre quiere tener en su equipo a un líder de experiencia, tanto dentro como fuera de la cancha. Y si uno va a las prácticas de Argentinos, lo encuentra enseguida. Es Fernando Gamboa, hombre de mil batallas y vivencias, que por fin hoy podrá debutar en el Bicho contra Instituto (también Píriz Alvez). "Estaba con mucha ansiedad, con las ganas y deseos de volver a disfrutar el fútbol argentino", dijo el Negro, tras dejar el Grasshopper suizo.
-¿Qué es lo que más extrañabas para quererte volver?

-Los grupos, el día a día, el disfrutar el vestuario, el encontrarte con los afectos y todo el entorno que hay adentro de un campo de juego, que es totalmente diferente. Tenía dos ofertas de Suiza, pero no estaba convencido de quedarme.

-¿Por qué un equipo recién ascendido, si tenías ofertas de dos grandes como Independiente y San Lorenzo?

-Sí, había dos posibilidades de los denominados equipos grandes, pero a esta altura estoy harto de la sanata, cansado de las idas y vueltas, que lo que se habla un día, después no se da. El "te llamamos mañana" y resulta que después pasan tres o cuatro días y estás con esa incertidumbre. Si bien uno necesita tener un sueldo económicamente importante, eso no me moviliza tanto. Me gusta estar en un lugar donde quieran tenerme, sentirme a gusto. Y eso pasó con Argentinos. Acá me querían. Y cuando me llamó el Checho Batista me convencí enseguida, porque vi que el entusiasmo era verdadero. Le di el OK a mi representante, hablé con los dirigentes, y todo se dio relativamente rápido.

-¿Para qué está Argentinos?

-Primero, como todo equipo que asciende, debe mantener la categoría, pero con los chicos que hay, más los grandes que llegamos, se puede aspirar a estar entre los diez primeros.


-¿Te quedó alguna espina clavada en tu carrera? Como no haber jugado un Mundial...

-Tuve la suerte de integrar aquel equipo del Coco del 90 al 93, con dos Copas América, pero como un tipo que ama y está obsesionado con el fútbol, me marcó no haber, por lo menos, integrado un grupo en un Mundial. No le echo la culpa nadie. Cuando me ocurren cosas, primero me culpo a mí mismo, después tal vez hilo más fino. Debe ser algo único, como para los que están ahora los Juegos Olímpicos. Y eso que estuve cerca. Si hubiéramos clasificado en el Sudamericano de Paraguay... Pero estoy conforme con mi carrera. Sé que dejé todo en cada lugar y momento.


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