ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

domingo, septiembre 26, 2004

Bicho salado
Volvió Chiche Sosa y Argentinos tuvo seis chances de gol claras. No la metió por Bernacchia, pero al menos va cambiando la cara.



Cuatro mano a mano, todos juntitos y en el mismo partido, para sorpresa de los hinchas de Argentinos. Un cabezazo de De Muner en el travesaño. Y un tiro de Oberman que salvó Alejandro Baigorria, a un metro de la raya y con el arquero vencido. Y si a la mala puntería de ayer ante Almagro se le suman las seis derrotas en las primeras siete fechas (todas por un gol), el cambio de capitán en el medio de la tormenta y las bajas por lesiones (Botero, Morales, Gamboa, Mignini, Pérez Castro, Marini y Casas)... Al hincha de Argentinos no le vengan con que las brujas no existen.Es verdad que el punto, después de tanta malaria, le dibujó una sonrisa al hincha de Argentinos. Vale como empujón de partida para el ciclo nuevo, sirve como incentivo para la difícil misión que le espera a Osvaldo Sosa y marcó un acercamiento entre el público y el equipo. Pero también es cierto que más de un hincha se fue por Gavilán masticando amargura. Y buscando un culpable en alguna cábala quebrada. Porque ayer el equipo usó bien lo poquito que tiene y estuvo al borde del triunfo.Ponderar la mano de Chiche Sosa, quien dirigió al equipo en un solo entrenamiento, sería un tanto apresurado. El mayor mérito del nuevo técnico es que descomprimió el ambiente. En la cancha, un clásico. Desde la camisa celeste, con la ''O'' y la ''S'' grabada del lado del corazón, hasta el 4-4-2 con el que estrenó el ciclo. Con Pisculichi como volante por la izquierda y las líneas ordenaditas para no perder el control. No hubo sorpresas con cambios sobre la hora, un sello de Chiche, pero sí uno en el entretiempo que aportó mayor volumen de juego. Chiche soltó a Pisculichi, quien jugó libre delante de la línea de volantes e intentó poner pelotas profundas. Pero a Argentinos, tal vez producto de tantos pibes, le faltó serenidad para manejar la bola. Y, claro, justeza en el área...Almagro, con su modorra y sus limitaciones, se apoyó en la solidez de Bernacchia y de los centrales, Baigorria y Barbosa, y sólo inquietó de a ratitos, cuando Sparapani podía manejar la pelota o Castano encontraba algún hueco por los costados. Tuvo una situación clarita en el arranque del segundo tiempo, con un tiro de Castano que salvó De Muner, y luego se dedicó a esperar.Sumó Almagro y cumplió su objetivo. Sumó Argentinos y, a pesar de las chances desperdiciadas, sonrió en el debut de Chiche Sosa. Con lo que vale una sonrisa en estos tiempos de crisis...

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