Sobreviven con unas chirolas...
Con la mira en distintos frentes, los dos precisaban el triunfo, pero se quedaron en el puntito. Lo mejor: la vuelta de Chamot.
Pasitos de bebé para alcanzar los objetivos. Central, el mismo que fue sensación, se arrima a la Sudamericana penando un empate ante Argentinos. El Bicho sumó de a uno, en Rosario, con un hombre menos en buena parte del segundo tiempo, valorable, sí, en otras circunstancias, porque quedó estancado en la Promo, se alejó un pelito más de Instituto y Almagro, se acercó poco a Olimpo y Gimnasia. Sobreviven con lo puesto, contando chirolas...
Dos vías de búsqueda claras pavimentaron ambos equipos para intentar llegar al arco rival. Central, más ambicioso, volcó el juego por las puntas, sobre todo por la izquierda, con el tándem Rivarola-Papa. Pero abusó de las pelotas cruzadas y Lorenzetti exhibió una interesante habilidad más cerca de la mitad de campo que del rostro de la Anguila Gutiérrez. Así, a la escuadra del Viejo le costó. El piso mojado favoreció a los rapiditos de Argentinos. El debutante Córdoba (agradable aparición) se corrió a la izquierda para marcar, pero aparecía en velocidad por el centro, a las espaldas del doble cinco local, para atacar. Machín acompañó con convicción, Pisculichi inquietó aún en inferioridad numérica y Carrario pivoteó con oficio. Así, con el aguante del Tweety, alas abiertas para bancar al marcador y el enganche y definición de Córdoba, el Bicho pasó al frente.
El Canalla buscó por necesidad y vocación. Y encontró la igualdad en una jugada que merece un párrafo aparte. Rivarola ejecutó rasante un tiro libre desde la derecha y la pelota enfiló hacia el lugar de Ramiro Fassi, quien estaba en posición adelantada. El Colorado quiso patear y pifió, desorientando al arquero que esperaba por su remate. La bola siguió hasta la red. Conclusión: Furchi y el asistente debieron sancionar el fuera de juego del zaguero.
En la segunda etapa, la puesta en escena no varió. Central insistió con su toque sin profundidad y Argentinos insinuó peligro ligerito y en pocos toques. Por la expulsión de Córdoba, Chiche sacó a Carrario para rearmar el medio con Mignini y Rosario intensificó la búsqueda con Monges. Pero las emociones siguieron escaseando. Salvo, claro, por el regreso de Chamot, cinta incluida, ovación para las lágrimas, merecida, por cierto. Poquito para la necesidad de ambos. Poquito...
Argentinos quiere zafar
Después del triunfo ante Boca (2-1), Argentinos sumó tres derrotas: Gimnasia (1-2), Indep´te (2-3) y Vélez (0-3).
4 fechas que el Bicho no gana
Banfield (L)
El Taladro podría estar necesitando los puntos para entrar a la Copa Sudamericana de este año.
Colón (V)
Un rival difícil en un escenario difícil como lo es el Cementerio de los Elefantes, a una fecha del final.
Huracán (L)
En su estadio, frente al único equipo descendido por ahora, tendrá la presión de ganar sí o sí.
El pibe tuvo un debut bien agitado
Matías Córdoba cumplió con un pedido de su mamá y le regaló el 1-0. Después, lo echaron.
"Espero que hagas un gol para mí". El pedido de Silvia no era antojadizo. Tenía su razón de ser: el día de su cumpleaños, su hijo Matías Córdoba no iba a poder estar. Justo le había llegado el momento del debut en Primera, después de diez años en el club. Ya el hecho de jugar era un buen regalo, después le sumó un gol. Era la noche soñada. Pero al final la amargó con una tarjeta roja.
Nacido en Lanús hace 20 años, Córdoba hizo todas las Inferiores en Argentinos, el año pasado estuvo a préstamo en Arsenal (no jugó) y en este 2005 pegó la vuelta. Con buenas presentaciones como enganche de la Reserva (le convirtió cuatro goles a Almagro), se ganó a Chiche Sosa y desde hacía varias fechas estaba ahí de una oportunidad. Ayer se le dio...
Iban 17 minutos del primer tiempo cuando hizo una pared con Silvio Carrario, encaró en velocidad y con una gambeta larga hacia afuera se sacó de encima al arquero Ojeda. Y cuando Fassi llegaba a cerrar, definió de derecha y se entregó a los abrazos de sus compañeros, mientras no podía parar de llorar. Por la emoción de haberle cumplido a su mamá, claro. Pero a los 25 de la segunda etapa, en una misma jugada, primero le cometió una falta a Moreira y luego tocó a su rival cuando estaba en el piso. El árbitro Furchi lo vio y lo expulsó. Un debut con una buena y una mala.
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