ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

domingo, diciembre 12, 2004

"Inesperado"


En Argentinos este final del Apertura fue muy promisorio. Es que después del mal comienzo, el equipo levantó notoriamente y alcanzó 22 puntos, una gran campaña. Cuando asumió Osvaldo Sosa, en la 8 fecha, el equipo sólo tenía tres unidades. "La verdad es que tampoco imaginaba esa cifra por cómo estábamos cuando agarré. Hay que felicitar a los muchachos, porque el equipo jugó en un gran nivel. Ojalá el torneo que viene podamos sumar más para lograr estar bien tranquilos", aseguró Chiche.

Y el Diego volvió al Bicho

El Diez ayer regresó a su lugar de origen, su cuna. Es que visitó el complejo del Bajo Flores que tiene Argentinos, casualmente llamado Diego Armando Maradona. Fue en calidad de "tío" a ver a Jorge, que juega en la Novena. Pelusa, su apodo por excelencia si se trata de La Paternal, llegó pasadas las 10 y vivió a full el partido de su sobrino. Y terminó festejando los tres goles que hizo el hijo de Lalo. Después vio algunos partidos más de los pibes y recorrió las instalaciones.Y la remató en el bufet del club: allí compartió un asado con su hermano, Don Diego, varios familiares y amigos. También estuvieron el presidente, Luis Segura, y el vice, Rubén Forastiero. "Es un orgullo que haya venido. Estamos muy contentos", tiró el presi. Al final, Diego se molestó un poco por el revoloteo de los que lo apremiaban en busca de un autógrafo. "Diego está bien, pero quiso pasar un día tranquilo, en familia y sin que lo molesten", dijo Lalo, el mismo que se lo llevó en su auto pasadas las cinco de la tarde. Al parecer, en estos días irá a visitar la cancha, otro predio que lleva su nombre. Obvio que la fecha la sabe sólo Diego. El estadio Maradona lo estará esperando.

PEDRO PABLO PASCULLI
"Je, recién ahora perdoné a Bilardo"
Hizo el gol que le dio a Argentina el pase a cuartos en el Mundial 86, pero el Narigón lo limpió. Ahora cuenta esa historia y habla sobre su vida.




Quienes no lo conocen pensarán que el personaje en cuestión es italiano. Porque su vestimenta, pero sobre todo su forma de hablar, entregan esa impresión. "Certo, es que se me sueltan las palabras", dice el protagonista. Pero no, es Pedro Pablo Pasculli, el legendario PPP santafesino que siempre relataba Víctor Hugo en los 80 tanto en Argentinos como en la Selección. Sí, el mismo que jugó con Diego en el Bicho y en el Mundial 86, que está radicado en Europa desde hace rato. De paso por Buenos Aires, el ex delantero habló con Olé. "Después de jugar tanto tiempo en Lecce, me quedé en Italia hace 20 años. Pero de vez en cuando vuelvo a la Argentina. Y justo coincidió que fui a ver Argentinos-Colón, mis dos amores. La verdad es que ver la cancha de Argentinos así me emociona, me trae unos recuerdos hermosos, como los asados con los muchachos en la vieja tribuna. Ahí me crié, jugué con el más grande de todos y se me dio la chance de vestir la camiseta de la Selección", tiró el ex goleador, quien cambió de posición ahora que juega picados: "Me gusta jugar en la defensa. Y... me pegaron tantas patadas que ahora me toca a mí, je...".
-¿La gente se acuerda de vos?
-Sí, por suerte sí, tengo menos pelo pero me reconocen, sobre todo por aquel gol a Uruguay en el 86. Ese tanto fue importantísimo porque era un clásico y hacía más de 20 años que no se les ganaba. Fue el más cerrado de los siete partidos que jugamos en el Mundial. Ojo, tendríamos que haber ganado por una mayor diferencia. Creo que ese partido nos dio el salto de calidad para llegar al título.
-¿Es cierto que la única indicación que te dio Bilardo durante la charla técnica fue: "Vos, metela"?
-Y... es que en rigor yo era el único centroatacante que había, porque Diego, Valdano, Almirón y Borghi se movían por todos lados. Me dijo: "Pedro, tratá de hacer un gol".
-Y cumpliste, pero sin embargo te sacó. ¿Cuánto te jodió?
-En ese momento tenía mucho fastidio, estaba muy amargado, pero siempre respeté sus decisiones porque él es una óptima persona. Además, hoy que uno es entrenador por ahí comprende más las cosas. El lo hizo para meter un cambio táctico, puso un volante y adelantó a Diego. Y le fue bien, muy bien.
-Siempre dijo que eras un ejemplo porque no le fallaste y no te quejaste, ¿lo sabías?
-A su modo me lo hizo entender, pero creo que por la bronca que tenía ni lo escuché. En realidad, recién ahora lo perdoné, je.
-¿Qué estás haciendo ahora?
El curso de técnico lo hice en Italia. Y ahora estoy dirigiendo al Dynamo, un club de la Primera de Albania. Es un país complicado, que vivió una guerra civil de la cual está saliendo de a poco. En un futuro espero que puedan venir argentinos, pero por ahora no están dadas la condiciones económicas. Antes hice una linda experiencia en la selección de Uganda. Fue difícil, porque si bien son atléticos, les falta mucho en lo técnico. Aún no avanzaron como Camerún y Nigeria. Hice un buen trabajo, lo clasifiqué para la Copa Africa y después me llamaron para las Eliminatorias para el Mundial 06, pero era duro porque estás lejos de todo. Otra cosa que hago es colaborar con el Lecce y otros equipos, cuando me preguntan por jugadores sudamericanos.
¿Te gustaría dirigir acá?
-Siempre es lindo volver a tu país. En este trabajo no se puede decir "nunca".
Vos que seguís de cerca el fútbol de Italia y el argentino, ¿cuál es el mejor?
Son distintos. El argentino, tal vez, porque aún conserva ese instinto del potrero y picardía, intenta jugar más al fútbol. Lo único que no me gusta es que no son torneos largos y así no hay revancha. En Europa, más en Italia, se cayó en una meseta. Al fútbol de allá lo mató lo que se les paga a los jugadores. Ganan mucha plata y hacen menos de lo que cuestan. Se compran nombres por capricho y ahí vienen los problemas. Y terminan yendo de un lado a otro en poco tiempo.
-¿Y cómo se puede cambiar esa realidad?
-Los dirigentes tendrían que pensar un poco más al comprar jugadores. Tal vez menos costosos, pero con más ganas de jugar, con hambre de gloria, algo que se ve acá. Fijate que hoy un jugador medio pelo en Europa gana 500.000 euros al año. Igual, el fútbol mundial cambió.
-¿En qué sentido?
Se perdió la fantasía, el divertimento en la cancha. Eso, con una buena táctica, es lo que yo pregono. Los jugadores no se divierten y por eso no divierten a la gente. Antes veías a Maradona, Bochini, Kempes, Ardiles, Platini, Zico, ellos disfrutaban. Fijate que lo último bueno fue Baggio, que con 37 años hizo una temporada grandiosa, con problemas físicos. Por todo esto digo que mi época fue la mejor.
-¿Igual el Calcio sigue siendo el fútbol más difícil para jugar?
-Sí. En Italia no es fácil, es duro, fuerte. A mí al principio no me iba bien. En la primera rueda no metí un gol y me quería matar, pero después fui, hasta hace poco, el máximo goleador del Lecce en la serie A. También fijate que Batistuta en el Inter fue cuestionado, Crespo en el Milan sufrió lo mismo y Ronaldo se tuvo que volver a España. Varios argentinos podrían jugar en el Calcio, pero tienen que tener paciencia, tanto ellos como los dirigentes. Porque en el fondo siempre van a necesitar al argentino, para agregarles a las virtudes físicas de los europeos, la técnica nuestra.
-¿Qué delanteros te gustan?
-Lisandro López tiene mucho futuro y Zárate también, que está siendo muy observado en Europa.Y de afuera, Adriano, por la potencia y juventud.
-¿Alguno parecido a Pasculli?
-Es difícil que hagan goles como yo, je... Puede que Pisculichi tenga algo mío, aunque sea zurdo y enganche. Pero yo no sé si se pueden hacer comparaciones, porque los tiempos cambiaron mucho.




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