La historia se repite
Pasan los partidos, pasan los campeonatos, pero los problemas para que la prensa comodorense trabaje normalmente -o por lo menos en igualdad de condiciones con los medios visitantes- siguen sucediéndose.
Ayer, otra vez los periodistas locales tuvieron que ver cómo sus pares de Buenos Aires trabajaban cómodamente dentro del campo de juego. Entre los dos bancos, a un lado de los policías y junto al comisario deportivo Ramón Casas, tres periodistas vieron el partido cómodamente sentados en butacas particulares y con una Coca Cola de litro y medio para saciar la sed.
Se sabe que los medios de esta ciudad no pueden ingresar a la zona de vestuarios -ni hablar de estar en la cancha-, hasta que se hayan retirado los árbitros. Pero entonces, ¿por qué la ley no es pareja para todos? ¿por qué nadie dijo nada? Luego, y ante la queja, no hubo quien se hiciera responsable.
Según la C.A.I., primero Carlos Polizzil y luego Marcos Davies, dijeron "no tenemos una cara visible en prensa que se haga cargo de este tema". Según la policía, "es el comisario deportivo quien autoriza".
Y por último, Casas afirmó increíblemente que "no los vio", a pesar de estar junto a ellos, intercambiando opiniones sobre las bondades del clima justo en este partido. El "guardárbitros" comodorense marcha primero y lejos su afán de "robar chapa" con los medios de afuera. Ya no se conforma con los centímetros que atrapa en la gráfica local con los desaciertos cada vez más pronunciados en todo lo concerniente a un mejor funcionamiento del orden liguista.
Que alguien afronte la responsabilidad de la situación y solucione de una vez por todas los inconvenientes.

FUENTE: DIARIO CRONICA COMODORO RIVADAVIA