Por una chilena

Godoy Cruz superó a Argentinos Juniors 1 a 0 en el partido de ida y está cerca de la Promoción. El gol lo hizo Leo Torres, con una pegada de chilena estupenda.

Al menos por esta semana vale la pena ser resultadista. Poner más el acento en que se logró el propósito de dejar la victoria en casa. Sacudirse por una semana del juicio certero de que se podría haber desplegado un fútbol más preciso o que una mayor cantidad de goles le hubieran dado otro plafond de cara a la revancha. Sin traicionar nada ni ponerse colorado, está bien haber arrancado ganando la serie, más allá del por cuanto.

El capítulo de La Paternal será otro, pero Argentinos es quien quedó en desventaja. Mucho se hablará hasta la vuelta de este lunes bien bodeguero. De una tarde disfrazada de noche con tribunas llenas, euforias desatadas y sobre todo polémicas por doquier. A ganar se ha dicho, parecía ser el mandato de todo Godoy Cruz. A presionar sin concesiones, contagiado por sus propias ganas. Lo hizo y por ello llegó tempranamente hasta el arco de César Velázquez. Le salió tan pero tan bien que Giménez cabeceó en el área y Torres de espaldas al arco la bajó con el pecho y la metió de ?chilena?. Se sacaba los temores y se planteaba liquidarlo de contragolpe Godoy Cruz. Pero donde hacía falta lucidez, pausa y apertura por los costados, el Expreso duplicaba su ansiedad y apresuramiento para meterse de cualquier modo, que no es lo mismo que rapidez. Por eso cuando la defensa de Argentinos mostraba todas las ventajas posibles para hacerse un picnic, el equipo de Zaccanti-Sosa no llegaría con peligro otra vez y la diferencia sólo la denotaba el gol de Torres.

No sería igual el complemento. Los Bichos salían del asedio de la presión y hasta provocaban avances por derecha y situaciones muy mal resueltas. Corría el tiempo y el Tomba advirtió que el 1 a 0 era un buen negocio. Sin lucidez de juego ?la excepción era Torres? con diez por la roja que veía Martina (pareció exagerada) y condicionado por las vacilaciones del imberbe Beligoy, capaz de hacer de cada pelota dividida un manual de indecisiones, para Godoy Cruz el medio vaso que se tomaba tenía buen sabor. Tendrá la chance de saborearse el trago entero dentro de una semana en La Paternal. Depende de sí mismo.

En las tribunas, fue todo alegría popular, con unas 10 mil personas, le dieron a la cancha de Godoy Cruz un colorido y calor como hacía bastante que no se veía. Desde aquellos primeros dos años, las temporadas ?94-?95 y ?95-?96, que la cancha no estaba con tanta gente. Volvieron hinchas históricos, socios que sólo iban a la pileta, hinchas que recordaban a Abaurre, a los Almeida, y a esos muchachos que habían logrado el ascenso en 1994. Han pasado 10 años y la cancha volvió a estar con muchísimo público, que dejó en taquilla unos 75.000 pesos. Ganó Godoy Cruz la primera eliminatoria que lo puede elevar directamente a jugar una promoción con un equipo de Primera. En las tribunas, especialmente en la popular del este, la fiesta fue total. Los hinchas cantaron siempre, se acordaron de la Lepra, de los porteños y sacaron todo el repertorio de las partituras tribuneras. El Tomba vive, el Tomba canta, el Tomba sueña. Faltan poco y el próximo peldaño es en La Paternal.


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