ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

domingo, enero 30, 2005

Tuvo al Gato Lucas
De la mano de Sessa, que atajó un penal, y de Castromán, autor del único gol, Vélez venció bien a un tibio Argentinos en un amistoso.


El bebé se mueve, gatea, comienza a dar sus primeros pasos y, de a poco, se le anima al equilibrio de pie. Pero, lógico, ante el pánico, mientras revolea los brazos con los ojos bien abiertos, busca un sostén, un lugar donde aferrarse. Entonces se cansa. Y vuelve a sentarse. Vélez se encuentra en etapa de crecimiento. Se nota. Por más de que la base de este plantel sea la misma que la del torneo pasado, siente los síntomas de un nuevo ciclo. El arranque del año, con el estreno de Miguel Angel Russo como entrenador, vuelve los relojes a cero. Transcurre por esa sucesión de pasos. Se cae, se levanta; aparece, desaparece. Pero dentro de esa ciclotimia, los signos fueron positivos. Hubo ráfagas de fútbol. Y por eso le ganó bien a un Argentinos intermitente, signo llamativo, porque Chiche Sosa ya viene trabajando con el Bicho desde el año pasado.

Claro que, para tal actuación, el equipo de Russo se apoyó en dos pilares de experiencia: Gastón Sessa y Lucas Castromán. El arquero, voz de mando en el fondo, fue clave en el arranque de la segunda etapa, cuando Argentinos manejaba más la bola. Y cuando el gol se arrimó a La Paternal, luego de un centro rasante de Carrario que el venezolano Morán sólo tenía que empujar, el Gato se hizo gigante y se hizo dueño de una salvada increíble. Ojo, eso no fue todo. Porque para coronar la mañana, atajó un penal. Sí, Morán corrió por derecha y el árbitro Zanella le cobró penal por una falta inexistente de Fuentes en el límite de la raya de fondo. Lo pateó Pisculichi, fuerte, esquinado a la derecha de Sessa, quien voló y le ahogó el grito al enlace del Bicho. Aplausos de los 200 hinchas del Fortín en la Villa. A partir de ahí, Argentinos se desbarrancó. El enganche se retrasó demasiado para buscar la bola, los delanteros no se mostraron como descarga y, encima, los de atrás no dieron seguridad. Castromán empezó a contagiar con sus corridas por derecha, que ya había insinuado en la primera parte (ah, sí, también se jugó un primer tiempo, pero fue para el olvido). El volante, fiel a su estilo, fue el único en probar desde afuera del área. También, cuando nadie lo esperaba, se mandó de nueve y, tras un centro-pase de Cubero, Lucas metió el testazo al ángulo. "A veces me agarra la locura de ir a buscar al área, ja", chicaneó el pibe de Luján. Y agregó: "Jugamos mucho mejor que en los cuatro partidos de Uruguay. Nos estamos soltando, vamos teniendo más contacto con la pelota...". El volumen de juego aumentó, de a ratos, cuando se juntó con Gracián (el Tano fue de mayor a menor). De ahí salieron chispas. Si esa sociedad empieza a engranar, Vélez tendrá más juego. Igual, para esta época, no está nada mal. Porque con el tiempo, el bebé va creciendo.






El Bichito necesita más fútbol
Más allá de la derrota, la pretemporada para Argentinos es muy positiva. Primero porque es la primera del técnico Osvaldo Sosa con este plantel. Pero también lo es por los resultados obtenidos. Es que hasta el partido de ayer, el Bicho había ganado tres encuentros (ante Estudiantes 3-2, Unión de Mar del Plata 4-0 y Sarmiento 2-1) y perdido uno (contra Ferro 2-0). Pero más allá de los resultados, está claro que los de La Paternal necesitan más juego para ajustar la irregularidad mostrada en los distintos encuentros, sobre todo de las nuevas incorporaciones en el ataque: Morán y Carrario. Hubo picos muy altos contra el Pincha y los de Junín, y algunos bajos con el Verde y el Fortín. Igual no hay alarma en el cuerpo técnico, porque este desnivel es típico en épocas de preparación. Ahora, la meta de Chiche es jugar otros dos partidos para llegar a punto ante Racing, en el inicio del Clausura. El primero será el martes, con Arsenal, y el último ante Libertad de Paraguay, ambos en el Diego Maradona.

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