ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

miércoles, febrero 02, 2005

PERFIL Fabricio Coloccini
Un veterano de sólo 23 años

Internacional con Argentina en todas la categorías, quiénes han trabajado con él en España elogian su madurez, su control de juego aéreo y su compromiso en el campo

Mendizorroza lo descubrió en el otoño del 2001. Tenía entonces 19 años y para el fútbol europeo era todavía un desconocido, pero en Vitoria aseguraban entonces que el mejor defensa central del Milan jugaba en el Alavés y se llemaba Fabricio Coloccini (22-1-82, Córdoba, Argentina). Como fruto del ajetreado intercambio Milan-Alavés que acabó con los huesos de Javi Moreno y Contra en la ciudad italiana, el equipo vitoriano consiguió la cesión de Coloccini, un espigado central internacional en las categorías inferiores de Argentina y que acababa de proclamarse campeón del mundo sub 20.

"Era muy introvertido, pero muy buen chico y siempre comprometido en el campo", afirma Ondarru, ayudante entonces de Mané en el Alavés. "Tácticamente -continúa-, es muy completo. Va muy bien de cabeza, es rápido y es muy competitivo". La mano derecha de Mané durante las dos últimas décadas asegura que "fichar por el Deportivo le vendrá muy bien, ya que le dará la opción de jugar, estabilizarse en un lugar y de continuar en la selección".

Pékerman y la selección

Desde que José Pékerman se hizo cargo del combinado albiceleste, siempre ha contado con Coloccini; lo conoce desde la sub 17, cuando el ya jugador del Deportivo actuaba en el medio del campo. «Como defensa se aprovechan mejor tus cualidades, así que olvídate de jugar como volante», le espetó Pékerman. Y a partir de ahí, Colocho -el hijo de Osvaldo Coloccini, un defensa central que militó en el Vélez, San Lorenzo, Argentinos Juniors y en el fútbol colombiano- siguió el camino de su padre. Sólo de forma esporádica ha vuelto a recordar su pasado como centrocampista.

Tras destacar en las categorías inferiores del Argentinos Juniors (1990-96), el Boca se hizo con los servicios de Coloccini, pero en una jugada que provocó una denuncia del club argentino ante la Fifa, el Milan se hizo con sus derechos por apenas 180 millones de pesetas. Y desde entonces, y a falta de un lugar en un Milanello atestado de defensas centrales (Maldini, Nesta, Stam y Costacurta), un peregrinaje por el fútbol argentino (San Lorenzo) y español (Alavés, Atlético de Madrid y Villarreal). En la Liga española se ha ganado la reputación que le han negado en Italia: maduro pese a su juventud, rápido, fuerte en los balones aéreos y con un buen trato al balón.

Si en el aspecto deportivo, su padre es su referencia, en el personal lo fue su madre, fallecida en mayo del 2001. "Ella hizo miles de kilómetros para llevarme por los campos en el Fiat 600, porque mi padre jugaba. Se sacrificó para que yo fuera feliz y jugara al fútbol", recordaba en un entrevista nada más llegar a Vitoria. Un psicólogo de la selección argentina le ayudó a superar el tremendo shock que le provocó la muerte de su madre. Como siempre, a ella le dedicó una de sus mejores tardes, en Valladolid un 21 de octubre del 2001, precisamente la fecha en la que Argentina se celebra el Día de la madre . Aquella tarde, por primera vez en su carrera deportiva marcó dos goles en un mismo partido. Levantó su camiseta, enseñó el tatuaje y pensó "no los marqué yo, fue ella".

No fueron esos los primeros tantos de su carrera en España. Su estreno como goleador fue frente al Deportivo, el 22 de septiembre del 2001, en Mendizorroza; Coloccini marcó el del empate a dos, aunque después Amavisca dio el triunfo al que desde ayer es su equipo.

Benito Floro, su entrenador en Villarreal durante la primera vuelta de la campaña pasada define al defensa argentino como un «muy buen central y un buen mediocentro. Tiene calidad, va bien de cabeza, está muy centrado en su trabajo». Al igual que Ondarru, Floro cree que sólo necesita «estabilidad» para ofrecer su mejor rendimiento. ¿Y en lo personal?. "Extraordinario. No es tímido, pero tampoco un bocazas. Además es un gran profesional y muy educado", responde Floro.

Plena coincidencia con Karmona, capitán y compañero de Coloccini en la zaga del Alavés. "Era muy reservado fuera y muy intenso en el campo. Un ganador al que a veces había que frenar. Cuando llegó era muy joven, pero se le veía una madurez impropia de su edad".

Desde entonces, un par de cesiones, una esposa y una hija.

ALAVÉS

Llegó a Vitoria en la temporada 2001-02. Jugó 33 partidos, marcó 6 goles.

ATLÉTICO DE MADRID

Participó en el regreso del Pupas a Primera (2002-03). Participó en 27 partidos.

VILLARREAL

Titular en 27 de los 31 partidos de la 2003-04 con el club levantino. Marcó un gol.

MILAN

Llegó en la campaña 1999-2000. Sólo ha jugado un partido de Liga y uno de Champions.

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