ARGENTINOS 0 - OLIMPO 0 : ARGENTINOS Y OLIMPO ESTAN EN UNA ZONA TURBULENTA DE LA PROMOCION

Tenían la obligación de ganar y terminaron en cero

Argentinos generó más llegadas, pero no tuvo profundidad. Los de Bahía Blanca se aferraron a un esquema en el que predominó el orden.




Qué falta de respecto, qué atropello a la razón... No se puede jugar tan pero tan horrible al fútbol. Y más si en la cancha está el mejor de todos. Sí, Diego Armando Maradona fue por primera vez a su casa desde que se reabrieron las puertas. Fue para ver ganar a Argentinos y, de paso, para gozar de buen fútbol. Pero nada de eso sucedió. Presenció un cero a cero espantoso, mejor recibido por los bahienses que por los de La Paternal. Se quedó hasta el final, esperando el milagro que nunca llegó...

Pasó lo que pasó porque ninguno de los dos quiso arriesgar más de la cuenta para sumar de a tres. Se trataba de un partido clave para aferrarse a la categoría VIP. Los dos están por poquito ?por ahora? zafando de la Promoción. Entonces, tomaron tantos recaudos para que eso no ocurriera que terminaron jugando a no perder. Aunque en la última casi lo termina ganando Olimpo.

De todas maneras, terminó siendo justo el reparto de puntos. Porque Argentinos generó más llegadas. Y porque el equipo de Gregorio Pérez, que pudo ganarlo cuando Delorte reventó el palo con un cabezazo a un minuto del final, en ningún momento se apartó del orden. Y cuando era desbordado cortaba sistemáticamente con infracciones, algo que logró hacer gracias a la permisividad de Sergio Pezzotta.

Los nervios se impusieron desde el mismísimo arranque. Poca audacia, mucha imprecisión. De ambos lados. La visita ahí dejó una mejor imagen. Con Choy González y sus buenas intenciones, con la entrega de Martínez y con la presencia de Sarmiento. Con eso era más que un Argentinos confundido. Ni Pisculichi ni Oberman podían hacer de las suyas. Casi siempre eran anticipados por Páez y por Laspada.

En el último minuto de esa parte Olimpo casi se suicida. Piscu, después de una pared con Carrario, remató levemente por arriba del travesaño. Sacó Gaona mal del arco. Oberman desbordó a Cogliandro y sacó un preciso centro al corazón del área. Parecía gol de Carrario, pero su cabezazo solitario se fue desviado.

Sosa cambió y fue para mejor. Colocó a Marini como volante central y pasó a Sebastián Setti (debutó desde el inicio) a la banda derecha. Argentinos tuvo más la pelota, aunque generalmente falló en la definición. Lo desperdició Pisculichi. Brandán la tiró lejos. Y nada más para el local.

Pérez se la jugó por la altura de Delorte y casi se le da. Estévez dejó en el piso a Marini y su centro fue para el Gigante. Pareja, Carlos Galván y Gutiérrez rezaban. Palo, afuera y final...

Maradona vivió esos emotivos instantes finales de pie, gritando, gesticulando, protestando y sufriendo. Por el empate que no le sirvió de mucho a Argentinos. Y básicamente por el fútbol...



Un episodio que se repite

Como en el partido anterior en La Paternal, contra Lanús, algunos hinchas cargaron contra "sus" jugadores. Y otra vez el entrenador Osvaldo Sosa los respaldó. Durante varios pasajes del segundo tiempo se la pasó contestándoles a los plateístas que insultaban. También se lo vio muy molesto a su ayudante, José Manuel Vázquez, y al delantero Carrario, quien fue reemplazado por Morán. Sin embargo, Sosa, luego del empate deslizó: "La relación con la gente con la victoria ante San Lorenzo mejoró mucho". Menos mal...


Qué se dijo

Leonardo Pisculichi > "Lamentablemente me perdí un par de situaciones claras para darle el triunfo al equipo. Me siento un poco culpable, porque el que hacía el gol ganaba. Ya está, ahora hay que pensar en Boca".

Gregorio Pérez > "Queríamos ganar, pero este punto sirve, siempre sirve sumar. Estamos bien pero sabemos que esta lucha será hasta el final. La próxima, contra Instituto, nos jugamos mucho. Tenemos que hacer valer la localía".


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