ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

lunes, junio 20, 2005

Pisculichín


Argentinos vapuleó 5-1 a Huracán (TA) y evitó el descenso directo gracias a Pisculichi y Machín, dos pibes que nacieron en el club.




Uno nació en Capital Federal, el otro en Del Viso. Uno tiene 21 años; el otro, 22. Los dos son volantes, uno algo más ofensivo que el otro. Los dos se formaron en La Paternal. Los dos debutaron en Primera en el Clausura 2002, con diferencia de 20 días. Los dos supieron desde pibes lo que es irse al descenso. Aun así, juntos siguieron adelante, pusieron el hombro en la B Nacional y regresaron a Primera. Volvieron a jugar contra Boca, River... Juntos se dieron el gusto de no perder ante los grandes en su casa. Y juntos ayer se encargaron de que Argentinos zafara esta temporada del descenso directo. Uno, Leonardo Pisculichi, colaboró con dos asistencias y un gol; el otro, Gastón Machín, gritó dos veces. Suficiente para ser las figuras en el 5-1 frente a Huracán de Tres Arroyos, uno que ya se despidió tres fechas atrás, que además sirvió para salir de la Promoción.

El festival de goles fue justo por donde se lo mire. El Globo, que ayer estrenaba técnico (Fabián Sánchez entró como interino por segunda vez en la temporada en reemplazo de Luis Blanco) fue rival hasta los seis minutos. En ese lapso hizo revolcar dos veces a Marcos Gutiérrez: remate largo de López Rojas y un cabezazo de Jeremías Caggiano (con el de ayer, metió 16 de los 30 goles de Huracán en la temporada) en el palo. Pero cuando Machín probó por primera vez la escasa resistencia que Silvio Dulcich impondría en toda la tarde, el Bicho se animó. Osvaldo Sosa lo había pensado así. Necesitado del triunfo(su equipo apenas había sumado un punto de los últimos 12), defendió con tres hombres, a pesar de las dudas de Medero, copó el medio con la dosis justa de jugadores metedores y de buen pie y juntó a Pisculichi con el pibe Matías Córdoba (expulsado la fecha anterior, jugó por el 225 por Oberman). Con un esquema más ofensivo que el 4-4-1-1 con el que había visitado a Central, los goles se sucedieron.

Una joyita el segundo: pase largo de Machín, de contra, Silvio Carrario, como pivote, la bajó para Córdoba, abrió a la izquierda para Piscu, quien habilitó al Tweety ante la pasividad defensiva del rival. Fue el momento de mayor despliegue futbolístico del local, que, a pesar del descuento de los tresarroyenses, no detuvo la marcha y en apenas 27 segundos del complemento, otra gran jugada del 9 que ayer jugó casi para 10, también terminó en la red y liquidó cualquier reacción visitante.

Ya en tiempo de descuento, el paraguayo Morinigo también se sumó a la fiesta y con un cabezazo conectó otro centro de Piscu que sirvió para estirar la ventaja a siete puntos con Almagro, el último que hoy se va al Nacional, cuando quedan seis en disputa.


Tormenta de frío en Liniers
Por: Diego Santonovich

Sólido. Como corresponde. Nadie puede negar que el penal de Caggiano hizo reaparecer viejos fantasmas, pero los jugadores sabían que ésta no podían dejarla pasar. El descenso directo es historia concreta y las chances de zafar de la Promoción son enormes. Todo depende de nosotros. Sabemos que es difícil visitar a Colón y que Banfield es complicadísimo, pero el plantel tiene con qué. Es más, aunque en general el nivel no es bueno, los amantes del fútbol debemos estar agradecidos por la paridad que se ve en el Clausura, tanto en la lucha por la permanencia como por el título. A dos fechas del final, nada está dicho y los de Liniers, ¿o Villa Luro? ¿Versailles? arriesgarán la punta recibiendo a Estudiantes. Si llega a tener la ocurrencia de ir a la cancha, señora, señor, abríguese, se pronostica Tormenta de frío el domingo. O si no, cómase un Puchero bien calentito antes de salir para el estadio. Por otro lado, ¿podrá ganar Almagro en Bahía Blanca? Sería mucho pedir pero soñar no cuesta nada.


Che Diego


El Diez estuvo en La Paternal con sus sobrinos y se animó con un ta-ta-ta-ta-ta-ta antes del tanto de Piscu. Fumó habanos y se fue antes del final.



Una serie de codazos se propaga por la platea, acompasada. Los hinchas de Argentinos miran a su equipo, que empata 0-0 a los diez del primer tiempo, pero relojean el palco 19. "Dicen que está Maradona", le sopla uno a otro, y otro a aquél, y uno, otro y aquél ya no miran los malabares de Piscu. Giran, y con sus miradas escudriñan ese palco 19, no sin dudas. ¿Maradona no estaba en Italia para la despedida de Ciro Ferrara, un ex compañero suyo del Napoli? Ya no. ¿O en Serbia con el director Emir Kusturica? Ya no. ¿O en Croacia, donde jugó al tenis con John McEnroe? Ya no.

El Maradó, Maradó de Los Piojos repiquetea en los oídos durante el entretiempo. Entonces, no pocos pibes y viejos, todos, escalan y eluden a otros pibes y viejos, y se asoman para pedirle a Diego un autógrafo, una foto, una palabra. Las camisetas de Argentinos y los papeles arrugados lustran el vidrio del palco, un vidrio ya empañado por el primer habano de Maradona. Un pibe de no más de 13 años llora y le implora un autógrafo a su ídolo, quien se excusa con una guiñada. Maradona no firma, y tres encargados de seguridad desalojan a los admiradores del Diez. Mientras, Diego abraza a sus sobrinos y charla con Leonel Gancedo, quien ingresó al palco hace segundos. De a poco, las recriminaciones de los hinchas hacia los de la seguridad se acallan: vuelve Argentinos. Todos se sientan. "Pero no le costaba nada", se entristece un pibe, y se aleja, con un papel muy arrugado.

Diego mira el segundo tiempo. Una piba reparte sandwiches e intenta ingresar al palco, pero los de seguridad la interceptan y le piden que les dé la bandeja. Ellos se la arriman a Maradona. Poco después, Pisculichi encara por derecha, y el Diez se entusiasma y se anima con un ta-ta-ta-ta-ta-ta a lo Víctor Hugo. El de Argentinos pone el 3-1 y Maradona cierra los puños, grita el gol y aplaude, aplaude mucho. Luego balbucea un "ay", cuando Brandán la empalma y Dulcich la retiene. Pero ahora ya no se lamenta, y en una corrida de Córdoba, siempre por la derecha, gesticula y le pide que se la dé a Carrario, quien entra solo por el medio. El enganche, naturalmente, no lo oye y malogra la oportunidad. Diego se fastidia...

Una paradoja, nadie tiene la Diez en Argentinos y Huracán, hasta que Sosa incluye a Morinigo, quien pone el 5-1. Pero es tarde. Maradona se esfumó a cinco del final, encapsulado entre sus sobrinos, los de la seguridad y los curiosos. Se sube a un auto y se va, con un buzo rojo, el que horas más tarde usaría en Dominico...


Y... la verdad, me emocioné cuando lo vi
Por: Leonel Gancedo


Yo estaba en la platea mirando el partido cuando me enteré de que Diego estaba en el palco. Por eso subí en el entretiempo para saludarlo a él y a los que estaban con él. Y la verdad es que lo vi muy bien. Es una persona a la que quiero mucho. ¿Que de dónde lo conozco? Y, desde hace muchos años, en la época en que yo jugaba en los babys con su sobrino (Daniel López Maradona), que es como un hermano para mí y tenemos muy lindos recuerdos juntos. Y eso fue cuando yo tenía seis años, así que conozco a Diego y a toda su familia, todos gente extraordinaria, desde hace mucho. Sinceramente me emocionó verlo a Maradona. Y Dios quiera que pueda seguir así de bien, como lo vi en el palco. ¿De qué hablé con él durante 15 minutos? Y... lo saludé y charlamos de todas estas cosas, de esos recuerdos juntos. Yo siempre le deseé que estuviera así, feliz, porque nos conocemos de toda la vida. Quiero que él esté así, como hoy, con los suyos. ¿Si me ofreció un habano de esos que estaba fumando? Je, je, je, no, no, la verdad que no. Pero, repito, le deseo siempre lo mejor.


Victoria para el 10

Leonardo Pisculichi
Enganche
Esta vez Diego no se llevó mi camiseta, pero por lo menos ahora le regalamos un 5-1 y no un empate feo...".

Ariel Seltzer
Lateral izquierdo
Creemos que el Diego se debe haber ido contento, porque la otra vez habíamos sido un desastre".


Con cuatro se queda

El triunfo ante Huracán de Tres Arroyos, además de sacarlo de una racha sin victorias, alejó del descenso directo a Argentinos. Y, por los resultados que se dieron en la fecha, con el empate de Olimpo y la derrota de Instituto, dejó al Bicho dependiendo de sí mismo para salvarse hasta de la Promoción. Para que eso ocurra, deberá sacar cuatro de los seis puntos que restan para tener abajo a La Gloria y a los bahienses (ver página 40). Ojo, que si el domingo que viene vence a Colón en Santa Fe y Olimpo no saca los tres porotos ante Almagro, podrá gritar fuerte que se queda un año más en la A. "Es un respiro, pero no un alivio. Si nos mentalizamos como lo hicimos hoy (por ayer), las cosas resultarán más fáciles. Esto es partido a partido", dijo Pablo Brandán. Si él lo dice...


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