
Un infierno grande
Racing es el cuarto pesado que cae en la cancha chica de Argentinos. Al Bicho no le importó la chapa de candidato: le faltó el respeto, lo asfixió y, al final, lo picó..
Argentinos parece decidido a hacer de su cancha chica un infierno grande. El nuevo Cementerio de los Elefantes. Ya pasaron cuatro pesados, y los cuatro cayeron. Haciendo ruido, inevitablemente. Anoche le tocó a un Racing que arrancaba con las ilusiones de siempre, esta vez sustentadas como pocas veces por un plantel largo, reforzado con la experiencia y la sabiduría europea del Cholo Simeone y con el hándicap de no jugar la Copa Libertadores que sí entretendrá a otros grandes, sus rivales potenciales. Y Argentinos lo volteó llevándolo a su juego de equipo corto, fuerte atrás y rápido adelante. Pero por sobre todo, lo volteó por conocimiento de su cancha, por familiaridad con las medidas y con los rincones. Por la enredadera que tejieron sus volantes en espacios de papi fútbol, más que por el toque preciosista que es su marca distintiva desde siempre.
A Racing le va a costar conciliar su sueño con esta realidad que mostró. Si esto es lo que puede dar el equipo sin Matute Morales, su conductor natural, va a sufrir. Primero porque Matute está golpeado, y después porque, eventualmente, todos irán a asfixiarlo para sacarle el aire a Racing. No parece haber un Plan B claro. Si Lisandro se desgasta bajando a buscar y pierde el resto de sus fuerzas entre choques y protestas; si Mirosevic aparece dos veces por partido; si Simeone juega de 5 a lo Chicho Serna, más preocupado por cuidar sus espaldas que por buscar los huecos en las de enfrente, el vuelo será corto.
Argentinos disimuló mejor la ausencia de un armador clásico que fuera capaz de meter un pase filoso entre mil piernas. Pisculichi no lo es, pese a su talento, pero encara y su gambeta duele. Y todo el equipo aprovechó las ventajas de su particular localía. Por caso, saber que si la fuerza no se mide correctamente, todos los córners irán pasados y todos los pelotazos se irán por el fondo. O que los cambios de frente de los rivales pueden terminar contra un alambrado en la primera bola, y quedar muy cortos en la siguiente, ideal para interceptar y salir. No ganó por ninguna de esas pequeñas ventajas, pero con ellas mantuvo entretenido a Racing probando las distancias y lo presionó para que sufriera la falta de espacios. Y no lo respetó. Al minuto se lo hizo notar Machín al Cholo. En la primera dividida, le hizo saber que quizá pudo haber gozado con cada trabada suya en el pasado, pero que no se iba a poner nostálgico. El pibe fue a chocar, lo hizo volar, lo vio en el piso y lo asfaltó.
Esa actitud que tuvo Argentinos fue la que le faltó al técnico de Racing. Para armar el banco (arquero, defensor, dos volantes de contención y apenas un hombre de ataque) y hasta para hacer los cambios: ¿por qué no aprovechó el ingreso de Chaco Torres para liberar toda la energía contenida del Cholo en vez de sacarlo? Si ni Barrado ni Romero lastimaban por los costados...
Es un infierno este Argentinos en su cancha. Es local en serio, eh. Muerde, asfixia, vuelve a morder y, si puede, juega. Está hecho a su medida ese campo. Un infierno para los grandes. Para el Bicho es un regalo del cielo.
Invicto x dos
4
El comegrandes
Además de aumentar la racha contra los grandes, ninguno de ellos aún les pudo hacer un gol en su casa: San Lorenzo (1-0), Boca (1-0) e Independiente (3-0) y Racing (1-0).
La metió Morinigol
Gustavo Morinigo debutó en el Bicho y, en la primera que tocó, la mandó a guardar...

El partido estaba cerrado. Insinuaba con terminar sin alegrías para ninguno. Ante la falta de ideas, y carencia en la definición en campo, apareció alguien de afuera para cambiar la historia. Gustavo Morinigo, 28 pirulos, no tuvo tiempo para dar su primer pase, hacer su primera gambeta. Porque no bien entró en contacto con la bola, la mandó a guardar... Sí, 100 por ciento de efectividad. Certero. Ingresó a los 28'' del segundo tiempo por Pérez Castro, y tres minutos más tarde llegó la conquista: vino el centro desde la izquierda, Carrario desvió de taco, y el volante paraguayo se le anticipó a Barrado y definió a la izquierda de Luchetti. Grito y ovación para el paraguayo, que debutaba con la camiseta del Bicho y que nunca había jugado en la Argentina. ¿Más datos? A saber: llegó a La Paternal procedente de Libertad de Paraguay, donde jugó de 1996/98 y 2000/04. En ese interín, estuvo en Guaraní. Lo más importante de su carrera: el volante tiene un Mundial encima. Sí, el volante participó de la última Copa del Mundo, donde jugó algunos minutos contra Sudáfrica.
Palmada en el hombro de Osvaldo Sosa. Argentinos sigue bajando a los grandes y mantiene el invicto en su estadio. Sólo falta que caiga River. Claro, en este caso, Morinigo fue la clave. El artífice. Después de la victoria, ¿se habrá ganado la titularidad?
El Bicho fue más y ganó
Los hinchas que llegaron temprano a la cancha, no se pueden quejar, porque vieron un preliminar de luxe. Mucho ida y vuelta. Mucho fútbol. Goles... Y si Argentinos se quedó con el triunfo hay un motivo: fue el que manejó la pelota, de la mano de Are y Colace, y el que propuso el juego. Y claro, el proverbio futbolero dice que "técnico que debuta, gana". Y, en su primer partido como DT de Reserva, Viejo no podía arrancar con el pie izquierdo...
Uno por uno
ARGENTINOS
1-Marcos Gutiérrez (6): Seguro, sobre todo cuando llovieron tiros de media distancia.
6-Leandro Fleitas (5): Tuvo algunas complicaciones con Romero.
2-Luis Medero (7,5): Una verdadera fiera. Impasable Gardelito.
3-Carlos Galván (7,5) Otro tremendo león en el fondo del Bicho. Gran encuentro del Negro.
21-Ariel Seltzer (5): Sin problemas para defender pero flojo con la pelota en los pies.
8-Gastón Machín (7): Un motorcito en el mediocampo. Por momentos se transformó en conductor.
23-Claudio Marini (5,5): Bien ubicado, falló en algunos pases.
5-Facundo Pérez Castro (5): Lo suyo fue la lucha y el ida y vuelta.
9-Leonardo Pisculichi (6,5): Piscu se mostró muy hábil pero a veces pecó de individualista.
20-Gustavo Oberman (4): Flojito lo del juvenil de Argentinos.
11-Silvio Carrario (5,5): Pura voluntad. Igual, con eso sólo le alcanzó para molestar bastante.
28-Franco Niell (6,5): El chiquitito entró e inquietó mucho a los defensores contrarios. Casi moja.
14-Gustavo Morinigo: Un verdadero fenómeno: la primera que tocó la mandó a guardar.
¿River se va a presentar?
¡Cuántas discusiones acerca de la grandeza de los equipos! ¿De qué sirve? Si un elefante, gigante, le tiene miedo a un Bichito. Ya no quedan dudas. En el torneo pasado, Boca, San Lorenzo e Independiente se fueron llorando de La Paternal; anoche le tocó a la empresa de fútbol. En dos fechas, River tendrá que visitar el Diego Maradona. Si los plumudos vieron el partido, ¿todavía tienen ganas de venir al Cementerio? Por si tienen ganas de cacarear y aún no están temblando por el nombre de la cancha, vayan sabiendo que las ínfulas de superioridad quedan en la puerta de Boyacá, del lado de afuera. Gracias jugadores por hacer de nuestra casa una fortaleza, en la que los ¿grandes? se encogen como por sobredosis de chiquitolina. Sigan así ante la banda (sí, con minúscula), como para enterrar al último pedante que queda. Ya lo demostró Newell''s en el Apertura: los poderosos pueden caer. Eso sí, cuando nos visiten equipos que están en la zona caliente de la permanencia, u otros de poca monta, como Vélez, no se olviden de que mandan ustedes. ¡Salud!
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