ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

sábado, abril 23, 2005

Argentinos Seniors


Marini definió el partido con un gol extraordinario y Argentinos se aprovechó de un San Lorenzo que es una barbaridad: no sabe a lo que juega y se quema solito.



No hay otra manera de empezar. No hay por dónde. En el contexto de un partido mal jugado, con urgencias varias y bocas de insultos fáciles, el gol de Claudio Marini fue increíble, inesperado, insólito. Aunque también sirve para sintetizar todo lo que necesitó Argentinos para quedarse con el triunfo. Un plan simple, sencillo, para nada rebuscado y que contó, involuntariamente, con una gran mano de San Lorenzo. De hecho, así llegó el 2-0: un error más en la salida, un corte rápido, dos, tres pasos para llegar al área, mucho músculo en el cuerpo y poco seso en el melón para marcar, un taco, una quebrada y a otra cosa. Pura entrega, pura inteligencia, Chiche Sosa le dejó toda la presión a San Lorenzo, dejó que se quemara solo y demostrando que es el más bicho, mostró que de Juniors su Argentinos tiene poco.

Aprovecharse del desteñido San Lorenzo, más allá de lo que sucediera con la cabeza de Veira, podía ser complicado o una pavada. Una opción era ir a buscarlo, asediarlo y dejarle espacios para el vetusto contragolpe ofensivo de Veira. La otra, darle la pelota, esperar sin perder el orden y dejar que las brasas se carcomieran a un grupo de jugadores que poco acostumbrados a jugar un domingo, menos iban a vestirse de bomberos. Y así se dio. Después de la seguidilla de córners en contra, y con el penal de Galván mediante (un error de Sánchez), Argentinos entendió que lo de su rival no iba más allá. Y asomó la cabeza con tres duplas decisivas: Marini y Pérez Castro para tener la pelota, Machín y Pisculichi para moverla y Oberman y Carrario para asustar a una defensa indefensa. Ahí se adelantó diez metros. Y ahí empezó a encontrar huecos hasta llegar a Ramírez, el borrado hace unas semanas y anoche capitán del Bambino...

Un detalle nomás lo del arquero. Aunque como ése hubo varios en el equipo de Veira. Porque si bien trató de salir del paso con el plan... ¿B? ¿C? ¿D?, el técnico siguió caminando por el mismo camino: el que bordea el ridículo y el que se tropieza con la dignidad. Porque sólo él sueña lastimar con un tándem como Edilio y Moreno, quienes prometían música para calmar a los que reclamaban paladar negro y terminaron haciendo sombra por toda la cancha. Porque sólo Veira no entiende que la única manera de parar la hemorragia interna es no perder y que quizá sea hora de pensar en asegurar el cero en su arco antes que ir a buscar la goleada... Ni más ni menos que lo que hicieron (y lograron) Sosa y compañía. Lo que consiguió Argentinos más allá del gol de Marini.



Marini marca el camino
Por: Diego Santonovich.

Vale que el equipo recuperara memoria y concepto, vale el fútbol de Pisculichi y su sociedad con Oberman, y ese golazo maradoniano de Marini, el símbolo, para este Argentinos que en el peor momento del campeonato se acordó de jugar.

Sin llenarnos los bolsillos de espejitos de colores (jugamos contra un San Lorenzo bis tan perdido como el otro, el de la Copa), vale reconocer los méritos de un equipo que pudo, y debió, golear. Argentinos fue superior de punta a punta, y sirvió para demostrar que este plantel y este cuerpo técnico son muy capaces de hacernos soñar con mucho más que una decorosa gambeta al maldito descenso.

Sólo falta un poco de fe.



Ganó el Bicho en un partido de ida y vuelta

La expulsión de José Luis García en el arranque del segundo tiempo marcó un quiebre en el partido: a partir de ahí, Argentinos hizo valer su hombre de más e hizo el primer gol. Parecía que ganaría por más, pero el Ciclón se puso 2 a 1 arriba en un partido de ida y vuelta. Argentinos iba en busca del triunfo y San Lorenzo intentaba lastimar de contra. Hasta que los visitantes terminaron mejor parados y se llevaron una victoria que en el balance fue justo.



Un triunfo que logro apagar el incendio

Con la victoria de Argentinos, las aguas se calmaron. Durante la semana, Osvaldo Sosa había arremetido duramente contra los hinchas, molesto porque reprobaban al equipo. "Si siguen puteando, van a terminar en la B como Platense y All Boys", fue el disparo polémico de Chiche. Anoche, sin embargo, la gente del Bicho no le respondió al técnico con ningún cantito hostil. Claro, el buen triunfo sirvió como un baldazo para apagar el incendio.


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