ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

sábado, abril 23, 2005

Sigue desorientado

En el Bajo Flores, esta vez con suplentes, San Lorenzo sigue perdido: cayó con Argentinos 2 a 0 y lleva 12 cotejos sin éxitos; hubo insultos y reproches de los hinchas




No reacciona San Lorenzo. No se levanta. Sigue perdido, desorientado, sin convicción ganadora. Anoche, en el Bajo Flores, con una formación de suplentes, perdió por 2 a 0 con Argentinos y ya lleva doce partidos sin victorias entre el Clausura y la Copa Libertadores.

Está cerca de alcanzar la peor racha de la historia de San Lorenzo, en otro equipo que dirigía el Bambino: en la temporada 89/90 estuvo 15 partidos sin victorias. Los hinchas, en el final, insultaron a los jugadores y al presidente Rafael Savino, pero no responsabilizaron del pésimo presente al entrenador.

Argentinos se aprovechó del mal momento de San Lorenzo y se recuperó: ganó luego de tres derrotas consecutivas y logró aire para su bajo promedio. Y la figura fue Claudio Marini, un jugador que comenzó su carrera en Huracán, marcó un golazo a los 41 minutos del segundo tiempo.

Muy pobres fueron los primeros minutos. San Lorenzo avanzó sin decisión y Argentinos se replegó con determinación. San Lorenzo, con la pelota en su poder, dependió demasiado en las esporádicas reacciones de Di Lorenzo, por el sector izquierdo. A veces, Messera aportó algo de entusiasmo. Aunque, en general, el juego ofensivo se diluyó en la intrascendencia. Y los delanteros -Edilio y Moreno- lucharon contra sus propias limitaciones.

Argentinos, sin el balón, se defendió con el poderío de sus zagueros: Pareja y Galván, que despejaron todos los fallidos centros de los volantes azulgranas. Atacó poco. Y mal.

Di Lorenzo y Messera insistieron con indecisiones. Avanzaron sin convicción y sus buenas intenciones finalizaron sin fortuna en el área adversaria. El espectáculo se empobrecía aún más, con las limitaciones de Argentinos, que prefería esperar a arriesgar.

Hubo un cambio de actitud en el equipo de la Paternal a partir de los primeros 30 minutos. Y seis minutos después, abrió el marcador. Pisculichi, con un preciso y violento tiro libre que sorprendió a Ramírez, marcó el 1-0. A partir de allí, Argentinos se aferró con fuerza al contraataque. Y San Lorenzo, desesperado, buscó con urgencias el empate.

En parte, el desarrollo mejoró. Argentinos fue la imagen de un equipo veloz, aunque esporádico. Carrario, con un remate desviado, casi eleva la cuenta.

San Lorenzo no podía. Corrió, luchó, buscó, pero lo hizo sin coherencia. Fue un puñado de energía, generalmente mal utilizada. Sus ataques, variados y confusos, fueron bien dominados por los zagueros de Argentinos, que marcó el 2-0 con un golazo. Marini, a puro amago, dejó en el camino a Loeschbor con un lujo y definió con suavidad a un costado de Ramírez.

Fue un broche de oro para Argentinos, que se recuperó. San Lorenzo, en cambio, sigue de mal en peor.




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