Contra viento y marea

Pese a la desconfianza de su público y la desventaja en el resultado, Argentinos batió por 3 a 0 a Rafaela y seguirá en la primera división



El tenso clima quedó en el olvido. Las diferencias ideológicas se esfumaron de la Paternal como por arte de magia y el grito fue sólo uno; los puños, que amenazaban si el resultado no acompañaba, se transformaron en aplausos. Argentinos Juniors lloró; y no de tristeza; se emocionó porque se despojó de la presión que tenía en lo más profundo de su pecho. Lloró, se desahogó y terminó con sonrisas; reconfortado por haber recuperado las fuerzas necesarias para revalidar su rica historia ante un impetuoso Atlético de Rafaela. Argentinos se sobrepuso a la caída (2 a 1) del choque de ida, como visitante, derrotó por 3 a 0 a Rafaela y conservó su lugar en la máxima categoría.

Pero para alcanzar la satisfacción del final, Argentinos debió sufrir muchísimo. Es que desde el comienzo, el conjunto santafecino le propuso un juego inteligente, friccionado, con un hombre (Sanabria) persiguiendo por todos los sectores a Pisculichi, quien ayer jugó su último encuentro en Argentinos antes de incorporarse a River.

De todos modos y visiblemente desesperado por marcar un gol con prontitud, el Bicho fue acorralando territorialmente a Rafaela, pero durante un buen tiempo de la primera mitad se topó con el arquero Barovero, quien, con sorprendentes reflejos, les ahogó los festejos a Oberman, Brandán y De Muner.

En ese tramo, y mientras la precisión no aparecía, el público fue pasando del entusiasmo a la desilusión, del aliento al nerviosismo. Incluso, se vieron algunas peleas en el corazón de la popular. Inentendiblemente, el equipo conducido por Chiche Sosa se tomó un respiro desde los 25 minutos, como resignado ante la seguridad de Barovero. Fue allí cuando Rafaela aprovechó la vacilación de Argentinos, apretó las marcas y recuperó el orden. Sin embargo, nunca inquietó el arco local; sólo llegó con un intrascendente cabezazo del defensor Semino.

Argentinos salió a jugar el segundo tiempo con la ira de un león enjaulado y por poco esa actitud le cuesta caro. A los 2 minutos, con la defensa rival desacomodada, Mendoza estrelló un remate en el travesaño, lo que hubiese significado un golpe anímico muy difícil de remontar para el conjunto de la Paternal si Rafaela conseguía la ventaja.

Pero indefectiblemente Argentinos estaba decidido a tomar riesgos. Sosa acertó con el ingreso de Córdoba por Brandán y aquel juvenil terminó siendo la figura del encuentro. A los 20, y en su primer intervención en el juego, Córdoba batió el arco santafecino con un remate de derecha, tras ser habilitado por Oberman y eludir a Semino, en una acción a puro potrero... Sólo allí, la Paternal explotó de felicidad.

Encima, Rafaela se puso nervioso y comenzó a abusar de las jugadas bruscas. Ante la ausencia de Pisculichi, Oberman, reciente campeón mundial Sub 20, se convirtió en el gestor de las jugadas creativas.

Poco a poco, Rafaela pareció renunciar a la ilusión del ascenso a la primera división y Argentinos usufructuó esta situación. A los 40, nuevamente Córdoba, estiró el marcador; y cuatro minutos más tarde, Marini, selló el festejo enloquecido.

Mucho se había dicho durante las últimas semanas. El clima entre los hinchas y el plantel no era bueno. Pero afortunadamente para el espectáculo, dejaron las diferencias a un lado y todo Argentinos se unió en un festejo interminable...



"Fue un sueño hecho realidad"

Para Matías Córdoba la de ayer fue una jornada inolvidable. El tucumano, de 20 años y con apenas cinco partidos en primera, ingresó en el segundo tiempo y le marcó el camino a Argentinos para que pudiera mantener la categoría. "Fue un sueño hecho realidad. Esperé mucho tiempo esto. El apoyo del técnico y de los compañeros fue fundamental. Estoy en el club desde los 10 años, y espero jugar en Argentinos mucho tiempo más", dijo.

Por otra parte, más allá de su alegría, se avecinan horas decisivas para el DT Osvaldo Sosa. "Me reuniré con el presidente Luis Segura. Y si quieren que siga lo haré; si no, me voy", aseguró Sosa, que es muy cuestionado por un sector de los hinchas.


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