La fórmula es siempre bien casera


Argentinos aprovechó la falta de gol del Tomba y pasó a la Promo con Quinteros y Biglia, el grande y el pibe. Pero... la relación con la gente está rota.



Tenían que ser de la cantera, de la cocina. Ser bien Bichos para hacer resurgir a este Argentinos que venía a los tumbos. Ellos son Jorge Quinteros (30), quien sabe lo que es hacer goles importantes (le dio el tanto del ascenso a Primera en el 97) y Lucas Biglia (18), la última joyita que salió de fábrica en La Paternal. Dos tipos de generaciones bien distintas, pero unidos por un objetivo común: la vuelta a la A. Cada uno con su gol, hicieron posible la resurrección y la ilusión de poder ganar la Promoción. "Argentinos es mi motivación. Este año vine porque vi las finales del año pasado y me dolieron mucho. Si no ascendemos, no sé si seguiré jugando al fútbol", tiró el Polo. El delantero tuvo unos días moviditos porque la semana pasada se negó a ir al banco en Mendoza, una decisión que creó polémica: "Desde ese lunes que los muchachos jugaron allá me puse a trabajar en la revancha. Es cierto que no quise ir, porque estaba para jugar, pero no me borré, si soy el capitán", se justificó el punta, quien desvió una remate de Pérez Castro para meter el primero en la red.

Lucas, por su parte, a pesar de su juventud asumió la responsabilidad y también reflejó lo que siente por el club: "Nos queda una chance y hay que dejar todo por lograr el ascenso. Me siento identificado con Argentinos. Por suerte, metí el segundo", dijo el pibe sobre su definición de rastrón ante Pozo, tras un pase de Oberman en un contragolpe.

Argentinos sabe que si quiere ascender no deberá traicionar su estilo de buen pie, y así la desconfianza de los hinchas por perder el torneo Clausura dejará de estar latente. Tendrán la ilusión de subir. Todo gracias a dos de las entrañas de La Paternal, como el Polo Quinteros y Lucas Biglia.


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