ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

sábado, abril 30, 2005

ARGENTINOS 0 - OLIMPO 0

Perdón, Diego


Maradona eligió el peor día para conocer el estadio que lleva su nombre. El Bicho y Olimpo le dieron la espalda al fútbol en un espectáculo rústico, fulero, indigno de semejante visita.



No había necesidad, justo ayer, con Diego en la cancha, de poner el inodoro en la cocina y la heladera en el living. Cierto es que Maradona, como en sus mejores épocas, metió una de sus gambetas fenomenales y, cuando todos lo esperaban por la Bombonera, decidió visitar por primera vez el estadio que fue rebautizado con su nombre. Mal día... Vio un partido espantoso, peligroso para la vista como soldar sin máscara, desagradable como pisar caca descalzo. No merecía semejante castigo. Al menos se llevó la caricia de la gente que coreó su nombre cuando, en el entretiempo, se anunció su presencia.

Contra la religión. Fue así. D10s estaba en una cancha donde se armó un ritual blasfemo. Se hizo todo al revés: los buenos jugaron mal y dilapidaron las pocas chances de gol, a los técnicos les faltó algo más de decisión para buscar el triunfo (sobre todo Chiche, porque Argentinos estaba más urgido por ganar) y, para cerrar el escenario injurioso, hubo un solo jugador con la camiseta 10 en la cancha... ¡Pero era Vílchez, el lateral izquierdo de Olimpo! Un despropósito.

Se salvan. El concierto de desajustes en ataque fue la excusa perfecta para que se lucieran los defensores, sobre todo, los zagueros. Argentinos no encontró en Pisculichi su conductor; por el contrario, Olimpo lo rodeó bien en el medio, siempre con un par de marcas, que se escalonaban para no sufrir con su gambeta vertical. Igualmente, Piscu zafó del aplazo por un par de firuletes en el medio, alguna pisadita y algún caño, justo para lucirse cerca del Diego ?no por nada Maradona se llevó la 9 del Bicho?. También se notó una buena intención del grandote Choy como enganche, con algunos giros sutiles para salir jugando cuando estaba rodeado, pero nunca encontró un socio que se la devolviera redonda. Allí, claramente, fallaron Diego Galván ?quien compartía la responsabilidad de la creación? y el uruguayo Mello Silva. Pero también la pifió Gregorio Pérez, quien dejó su habitual dupla de ataque en el banco, con la excusa de buscar un equipo más rápido y ofensivo, cuando el Chanchi Estévez y Delorte necesitaron media hora para hacer mucho más que el resto. De hecho, el grandote metió un cabezazo en el palo cerca del final, en la enésima indecisión de Gutiérrez ante los centros que cruzaban el área chica. Fue la única vez que hubo zozobra entre los centrales del Bicho, Galván y Pareja, quienes no tuvieron problemas para neutralizar la tenue dosis de audacia de Olimpo.

¿Se salvan? Por ahora los números lo avalan, pero Olimpo mostró herramientas más rudimentarias que muchos de sus rivales en la zona roja. En La Paternal sólo arrimó por arriba; hasta en los laterales subía Laspada en su afán de pescar alguna pelota boyando por el aire (Argentinos se avivó tarde y recién en el segundo tiempo mandaba gente a obstaculizar los envíos de Sarmiento). Después trabajó como una amoladora: puro desgaste y quiebre de los intentos de juego del rival con faltas sistemáticas en el medio, sobre todo en el segundo tiempo, cuando saboreaba el empate. La propuesta que, por ejemplo, pone en práctica Instituto, tal vez sólo porque debe sumar muchos puntos para descontar terreno, es más osada y merecedora, al fin, de un premio en el final de la temporada. Argentinos, en cambio, está torcido. Los goles que se perdieron Carrario y Pisculichi, en el cierre del primer tiempo, así lo certifican. También se está salvando, pero sigue preso de su irregularidad y depende de la luz de volantes o defensores para llegar al gol porque sus delanteros siguen con el arco fuera de foco. Por eso se duda del éxito de los emprendimientos de estos dos equipos. Si ni con el incentivo del Diego se animaron a cambiar e hicieron todo al revés...


Un partido antimaradoniano


Matías Arce
"No me extrañaría que a Maradona le haya dado vergüenza el partido que hicimos. Jugamos realmente muy pero muy mal".

Alejandro Delorte
"Se jugó tan mal porque éste fue un partido típico de permanencia, de equipos que luchan por zafar. Es lógico".

Carlos Galván
"Fue una emoción enorme saber que Diego estaba en el palco viendo a Argentinos. No me lo esperaba".

Maximiliano Estévez
"Pobre Diego... Podría haber estado en su casa tomando mate y viéndolo por TV. Paupérrimo el 0-0 para una figura como él".


Cuando sea grande me gustaría ser...


Hay una camiseta menos en la utilería de Argentinos: Diego se llevó la de Pisculichi. Y el pibe dijo que le encantaría jugar en Boca.



La magia, el talento y el fútbol se ubicaron en un palco, el 18, el de la familia Maradona, con Diego a la cabeza. Pero no sobre el campo de juego. Entre tanto fútbol escaso, hubo uno que sobresalió un poco. No como otras veces, pero sí un poco, en un partido malo: Leonardo Pisculichi. Lejos estuvo de ser la figura, pero en cada aparición suya se podía oler talento. Una pared con Carrario y un gol increíblemente perdido por Piscu; dos caños bárbaros y algunas pinceladas más... En fin, magia en cuentagotas, pero suficiente como para sacarle una sonrisa al testigo de lujo que había en el estadio. Vale la intención y Diego lo valoró, tanto que fue la única camiseta de la tarde que mandó a pedir. Sí, la de Pisculichi.

"Hubiera sido lindo hacer un gol para poder dedicárselo", dijo el pibe en el post partido. Si bien ni él ni Argentinos jugaron como a Diego le hubiera gustado, lo hecho alcanzó para que el regalo fuera más importante para quien lo hizo que para quien lo recibió. "Supe que Diego pidió mi camiseta recién cuando salí del antidoping. Es un orgullo", ratifica su emoción Piscu, hablando de alguien que alguna vez lució esos colores. Aunque, claro, por entonces (entre el 76 y el 80), Leo, que nació en 1984, ni estaba en los planes de Pisculichi padre.

Por el mismo camino. Pero el envión por semejante acontecimiento es tan grande, que el pibe de 21 años se anima a más. "Hoy estoy en Argentinos y el domingo es obvio que quiero ganar, pero me encantaría jugar en Boca", dice cuando le preguntan sobre el futuro. Ya estuvo cerca a comienzo de año y sabe que contra Boca, de hacer un buen partido, se juega tal vez la posibilidad de calzarse la del Xentenario a partir de junio. "Jugamos sólo por tres puntos", se preocupa en aclarar. Pero... El 10 ya tiene su camiseta y gusta de su juego, quizás una forma de marcarle el camino. De ahora en más dependerá de lo que Piscu tenga para ofrecer. Por lo pronto, a sus amigos ya les puede contar que un tal Maradona pidió su camiseta.


De Piscu para Diego

La 9 de Argentinos, en buenas manos
El souvenir del 10
"Me gustaría conocer a Maradona, porque es lo más grande que dio el fútbol. Es un orgullo que haya mandado a pedir mi camiseta. No lo puedo creer".

Una deuda que habrá que pagar
Lo mal que jugaron
"Por la calidad de jugador que fue Diego y todo lo que le dio a este club, merecía que Argentinos hubiera jugado como venía haciéndolo".


Arce avisa: "Quiero jugar contra Boca"




"Estoy contento por haber entrado unos minutos contra Olimpo", tiró Matías Arce, quien entró por Mignini faltando poco para el final. Y siguió: "Ahora mi objetivo es jugar frente a Boca". Habrá que ver si Chiche Sosa le da sustento al sueño del volante que tiene buenos recuerdos del Xeneize: con un gol suyo, Boca dio la vuelta en el Apertura 2000.


Marchen cinco birras para el antidoping...

El encuentro había terminado. Los jugadores de Argentinos ya no estaban. Sólo faltaban dos: Pisculichi y Arce seguían en los vestuarios porque debían someterse al control antidoping. Y como la cosa no salía, cinco latas de cerveza parece que ayudaron en ese momento. Ojo, los muchachos después hablaron sin trabarse, eh. ¿Esperaban algo distinto?


Aparecieron lesiones en La Paternal

Se confirmó que Pérez Castro tiene un esguince en la rodilla derecha, lesión que se le suma a un problema meniscal en la misma pierna que venía arrastrando. ¿Y ahora? Al tucumano lo operarán la semana que viene. Además, Pablo De Muner sufrió un tirón del muslo izquierdo. Hoy le harán una ecografía. "Para mí es desgarro. Ya se verá", dijo el defensor.

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