ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

lunes, mayo 09, 2005

Boca tiene el Bicho adentro
Argentinos mostró virtudes, pero los del Chino no tienen excusas: sus errores los pagan caros.




La cabeza de Chiche Sosa ideó un plan que en teoría pintaba interesante y que en la práctica resultó perfecto. Pero eso no le quita culpabilidad a Boca. Si perdió este partido, si no se subió de nuevo al tren del campeonato que todavía lo esperaba en la estación, no fue sólo por las virtudes de Argentinos. No. Boca no tiene que buscar excusas afuera. El Bicho está adentro, en casa...

La estrategia del DT de Argentinos se basó en tres premisas, relacionadas una con otra:

1) En lugar de ir a encimar a Gago como hicieron los anteriores rivales de Boca, decidió ponerle un stopper a Guly, quien en los últimos partidos se venía destacando como enganche y goleador porque jugaba prácticamente libre. Mandó a Pareja, un central, para hacerle sombra cada vez que el ex Milan asomaba por tres cuartos de cancha. Así, llegó a defender con tres. Y funcionó. Al final, el Guly sólo arrimó con una tijera y un cabezazo que engrandecieron la figura de Gutiérrez.

2) ¿Por qué no le dio a Marini la tarea de controlar a Guly? Porque al cinco le tenía encomendada otra función: que todas las pelotas del Bicho pasaran por sus finos pies. Fue, para Argentinos, lo que Gago es para Boca. Pisculichi anduvo bárbaro, pero ayer, el verdadero conductor de Argentinos fue Marini. Libre, moviéndose a espaldas del Guly y de frente a Gago, movió la pelota a sus costados y frenó o aceleró la bocha en los momentos justos.

3) Boca, últimamente, venía sufriendo con las pelotas paradas y con una defensa que, más de una vez, quedó en offside (pedir, si no, el video del partido con Banfield). Con Machín por derecha y con Oberman tirado por izquierda, el Bicho abrió la cancha y apostó al pelotazo cruzado. Ese que se mete entre el central y el lateral y que duele.

La fórmula de Chiche dio resultado porque Boca, en parte, lo dejó. Desaparecido el Guly, no tuvo fútbol. Gago recuperó como nunca y tocó como siempre, pero le faltó un socio. Palacio tuvo ráfagas, un tiro en el palo y un penal que le hicieron. Pero está en un bache. No desequilibra como hace unas fechas y Boca lo sufre.

Pero, sin dudas, el gran déficit está atrás. Entre los 10 y los 15'' del ST se tomó cinco minutos... y chau partido y campeonato. En ese corto lapso de tiempo, pagó caro sus desconcentraciones. Argentinos atacó tres veces y cosechó dos goles y un penal. ¿Yo señor? No, señor. Sí, jugando al distraído, sin darse cuenta de que los de arriba le habían dado una mano y que el rival le habían dado vuelta el partido. Por algo la gente pasó del ''los de arriba son Gallinas, los podemos alcanzar'' al ''hoy no podemos perder''.

Pasa que Baiano asombra por su pegada pero es desordenado tácticamente. No cubre sus espacios y suele cerrarse sin razón. Pasa que Matellán (además de pifiar el empate) sufrió con las cortadas de Piscu. Pasa que Calvo sumó en ataque, pero atrás es pura distracción: en las pelotas paradas debía marcar a Carrario y muchas veces lo perdió. Pasa que Schiavi se contagió y quedó pagando en el primer gol. Pasa que los volantes no retroceden.

Riiing, riiing... El sueño terminó.



Uno por uno

ARGENTINOS

M. Gutiérrez (8): Fue clave en el resultado. Le tapó dos pelotas impresionantes a Guly.

L. Fleita (4): Demasiados problemas en la marca.

C. Galván (6): Desperdició un penal clave para el resultado. Muy firme en defensa.

N. Pareja (7): Cumplió con la misión de anular a Guly.

A. Seltzer (4): Por su costado Boca complicó mucho.

G. Machín (6,5): Incansable para ir y venir por la derecha.

C. Marini (8): Mucho oficio. Luchó y jugó en el medio.

M. Mignini (5): Ganó y perdió por la banda izquierda.

L. Pisculichi (8,5): De su zurda salieron pincelazos geniales. Con talento manejó al equipo.

S. Carrario (6,5): Mantiene intacto su olfato de gol. Con su viveza complicó siempre.

G. Oberman (7,5): Atrevido y encarador. Hizo el gol de la victoria. Asistió a Carrario en el otro y le hicieron un penal.

G. Morinigo: Aire fresco.

P. De Muner: A defender.

M. Arce: Ganó segundos.


"Se la copié a Román"

Pisculichi, nombrado en el verano para venir a Boca, la rompió en la Bombonera y selló la tarde con una pisada riquelmeana en el segundo gol.




Jean moderno, pulóver celeste de hilo, bolso rojo al hombro, cuerpo cansado, corazón contento... El pibe, entre una multitud de caras largas que abandonaba el estadio, salió del vestuario visitante después de mil y una notas y arrancó la caminata atrás de un amigo rumbo al estacionamiento. Y en el comienzo de ese recorrido corto, no bien se metió por una puerta para salir al hall donde está el ascensor, escuchó la recomendación al paso: "Andá acostumbrándote a los pasillos, pibe".

Justo él, Leandro Pisculichi, la última joyita de Argentinos, uno de los nombres que sonó con fuerza cuando Jorge Benítez en el verano pedía a gritos un enganche, tuvo su noche de consagración en la Bombonera. ¿Mensaje? ¿Adelanto? ¿Anticipo? Tal vez. Aunque él se encargue de negarlo con contundencia y no se permita ni la posibilidad de soñar con un futuro con la camiseta de Boca. Al menos por ahora. Porque éste es tiempo de gozar despierto con mantenerse en Primera con Argentinos. Ese es el objetivo que lo tiene ocupado por estos días. Por eso, en la visita a la redacción de Olé para alargar la noche inolvidable, evitará hablar de Boca e invertirá las energías que le quedan en elogiar el trabajo de su equipo: "Fue un triunfo histórico. Nos llena de orgullo y de fuerza para seguir peleando para zafar del descenso. En este momento estoy muy feliz porque hicimos un partido impecable. Salimos a presionar a Boca en la Bombonera. Y eso no se lo esperaba nadie... Creo que ganamos con justicia. Rescato la actitud y la solidaridad de todo el equipo", cuenta Piscu, mientras repasa las fotos de un triunfo que en La Paternal, como sucedería en la casa de cualquier equipo orgullosamente chico, se recordará por años. Como esos pases de magia del volante que embellecieron la tarde en la que Argentinos, después de diez años, volvió a cantar victoria en La Boca. El último triunfo había sido un 3-2, con goles de Sergio López, Carlos Torres y Tomate Pena, el 16 de mayo de 1995, por el torneo Clausura.

Pisculichi no quiere hablar de Boca, con razón, pero inevitablemente todos los caminos conducen al mismo tema. Por ejemplo, esas pisadas riquelmeanas con la que se ganó todos los aplausos. Porque Piscu, zurdo como manda la estirpe, casi abre el partido con un derechazo apresurado que salió cerca del palo izquierdo de Abbondanzieri en el arranque, asistió dos veces con gran precisión a Carrario (en el gol anulado de tiro libre y una que el delantero definió por arriba del Pato) y estuvo cerca de cerrar la tarde con un remate desde afuera... Pero, sobre todo, deleitó con sus chiches.

¿Será la zona? ¿Habrá algo en ese sector de la cancha que inspira a los talentosos? ¿Será para los habilidosos lo que el cerro Uritorco para los ovnis? En el costado derecho, cerquita del acrílico para que los plateístas lo puedan apreciar en primer plano, ahí donde alguna vez Juan Román Riquelme ridiculizó a Mario Yepes con pisada, giro y caño de espalda en la Copa Libertadores 2000 contra River, justo ahí Pisculichi dibujó sus mejores genialidades. Con una dejó pagando a José Calvo y encaró al arco para asistir a Oberman en el segundo gol. Con otra dejó "en offside" a Aníbal Matellán. Pero el pibe, a la hora de repasar la tarde de cuento con Olé, enseguida pagó los derechos de autor con una sonrisa amplia: "Se la copié a Román. Esa jugada la patentó Riquelme contra River en aquel partido de la Liberadores, porque fue el primero que la tiró. Pero lo más importante es que sirvió para avanzar y que la jugada terminó en gol", contó el pibe de 21 años nacido en Rafael Castillo.

Y, lógicamente, para este mediapunta devenido en enlace por necesidad, uno de los primeros nombres que menciona cuando se le piden sus referentes es Romy: "Ahora que estoy jugando de enganche miro más a los que juegan en esa posición. Me gusta Riquelme, Pablito Aimar, el Pocho Insúa... Pero también me encanta el Conejo Saviola", cuenta Piscu, quien en el 2003 jugó el Sudamericano de Uruguay con el Sub 20 de Hugo Tocalli.

Una tarde inolvidable. Para Pisculichi. Y para Argentinos... Con el sello riquelmeano de otro talento nacido en La Paternal.


Cambios positivos
Por: Osvaldo Sosa

Una decisión que no tiene que ver mucho con lo que hace Argentinos habitualmente fue la marca personal para el Guly. Lo mandé a Pareja para que no lo dejara crear juego. Hay algunos que prefieren ponerle la marca a Gago, pero él sólo crea, no hace goles. El Guly, en cambio, arma juego y hace goles. Y, además, venía jugando muy bien. Y cuando un jugador está en racha es muy peligroso. No se me cae ningún anillo por haber cambiado el planteo. Hice retoques en defensa pensando en el rival. Y cuando entró Guillermo hubo que variar algunas cositas y también se hicieron.
En cuanto a lo anímico, salíamos favorecidos por jugar contra un equipo grande. Argentinos hace buenos partidos contra los grandes porque salen a jugar de igual a igual, presionan arriba y dejan espacios. Y para un equipo que sabe manejar bien la pelota como el nuestro, eso es favorable.
También es cierto que nos ayudaron las atajadas de Gutiérrez. Me pone contento que Marcos haya atajado así porque es un gran arquero. Lo demostró en La Bombonera y no fue casualidad. Aunque la gente lo haya insultado, había que bancarlo. Todos se comen goles.
Lo importante es sumar jugando bien. Eso hicimos.


Que compren los genes
Por: Diego Santonovich

La birome quedó mordida. Todo duelo en la Bombonera conlleva sufrimiento. Tantas situaciones de gol desperdiciadas crispan los nervios. Cuántas veces vimos la película de ser más y terminar con las manos vacías... Pero alguna vez se nos tenía que dar, aunque el juez asistente Diego Romero no quisiera. ¿Dónde vio offside de Carrario, señor? En fin, seguimos haciendo escuela. Ahora, seguro que Macri va a querer comprar a Piscu, quien confesó que copió a Román para mostrar cómo se pisa la pelota. Pero él tuvo la suerte de poder hacerlo con la camiseta roja. Claro, eso se aprende en La Paternal. Se ve que los robatalentos se lo perdieron y no pudieron vestirlo de azul y amarillo. Ah, a Gago le enseñaron a hacer foules a los 30 segundos. Una pena. O tal vez requieran los servicios del joven Maradini. O de la Anguila tapatodo. De corazón, gracias Gutiérrez, así lo queremos, dándonos seguridad. Sí, seguimos sacando cuentas, por lo que ante Gimnasia, habrá que imaginar que el rival es Boca: es hora de bajar a los que pelean la permanencia. Los Globetrotters de La Paternal viven. Los ¿grandes? lo saben.

Otros héroes en la Bombonera

Gustavo Oberman
Delantero

Le metió el pase a Carrario para el primero, enchufó el segundo y dejó a Schiavi tirado antes de que le hiciera penal. ¿Querías algo más?

Claudio Marini
Mediocampista
Un guapo en La Paternal. Para meter, para recuperar, para jugar... Y para dar la cara por sus compañeros cuando Boca quiso prepotear.

Marcos Gutiérrez
Arquero

Vital cuando Boca se venía en busca del empate. Y quedó chocho: "La actuación me sirve para que los hinchas vuelvan a confiar en mí".



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