ARGENTINOS FUTBOL Y TOQUE

sábado, agosto 20, 2005

Zoobichos
Ingresó el Burrito Martínez, se escapó por la derecha y asistió al Tweety Carrario. Así, Argentinos abrió un partido muy chivo ante el León y quedó en la punta del Apertura.


Jorge Burruchaga se atrevió: sacó a Gelabert, volante, por Calderón, delantero. Entonces, el Pincha atacó con tres puntas: Caldera con Sosa y Pavone. Su colega Gregorio Pérez también tuvo coraje: afuera Córdoba, mediocampista por izquierda pese a que arriba se siente más feliz, y adentro Juan Manuel Martínez, atacante. Entonces, el Bicho quedó con tres hombres de ofensiva: el Burrito, el Tweety Carrario y Pisculichi, aunque éste un poco más atrasado.

El acierto fue del entrenador uruguayo, porque retiró a Córdoba, quien ya no tenía necesidad de contener a Gelabert, y Martínez fue sobre la posición de Cáceres, habitual zaguero y ayer incómodo lateral izquierdo. Y justamente el Burrito le ganó una pelota al defensor paraguayo, que quedó pagando porque el centro terminó en el gol de Carrario. El 9 la metió en el área chica y así se desahogó después de haber tocado muy pocas pelotas hasta ese momento, 25 minutos del segundo tiempo.

Esto no significa que a Burru, sin dudas uno de los entrenadores con mayor futuro de la Argentina, haya que apodarlo Burro. Se equivocó y perdió el partido, mientras Goyo supo leer su falla. Además, Pisculichi, que venía haciendo una bien y dos mal, empezó a moverse con mayor libertad. Por eso, quizá Burruchaga tenga sólidos motivos para creer que a veces la valentía puede ser ingenuidad y esto no se debe entender como una apología del fútbol defensivo sino como un dato de la realidad. Aun con el atenuante de que agarró el equipo sobre el comienzo del Apertura, se agrava porque son tres derrotas en tres partidos con el Pincha. Encima, Gelabert, junto con Angeleri, se había mostrado útil con sus subidas por la derecha, mientras que por la izquierda Estudiantes molestaba poco y nada. Es hora de reaccionar: el jueves hay que levantar un 0-2 con Banfield por la Sudamericana y en ocho días es el clásico con Gimnasia

¡El Bicho puntero! Seguro que sorprende, más con un partido pendiente. ¿Es un gran equipo? No. Posee orden y concentración, pero poca explosión. Esto porque sus jugadores no sienten tanto la responsabilidad de salir para adelante, de conducir y abrir espacios. Y se le complica más en un estadio chico como el Maradona. Argentinos batalla con un doble cinco y sin enganche, no da ventajas por ningún lado. Es inteligente, consciente de sus limitaciones técnicas, prioriza la fuerza y no deja volar las alas de la belleza. Sus dificultades ofensivas quedaron en evidencia en el PT, la única clara fue en una jugada de pelota parada: buena respuesta de Herrera ante el cabezazo de Herbella. Por abajo, poquito. Su arranque ilusiona como para imaginar que al final de la temporada pueda evitar el riesgo de la Promoción, objetivo que se mantiene como prioritario según las declaraciones de los jugadores apenas terminó el partido. Es más, Herbella llamó a la calma para evitar la euforia. Buena actitud: algunos plateístas venían acordándose mal de Pisculichi, por unos pases mal y cortos, pero cuando el 10 clavó en el ángulo su quinto tiro libre, esos mismos le querían hacer un monumento...

En una semana contra Independiente se puede ver en Avellaneda un choque de estilos similares: mucha pelea en el medio y salida vertical, sin pausa, ya que ambos evitan el enganche. Será un partido prohibido para distracciones, porque son equipos que no perdonan al que duerme y después se arman como el catenaccio. Ayer el Bicho tuvo una fórmula animal: centro del Burrito y gol del Tweety. Y es que es un rival chivo para cualquiera, pero no un monstruo.

Para el Tweety, la redención
Por: Diego Santonovich

Se lo miraba con celosía, digamos la verdad, como cruzada, pero el tipo fue y se metió entre los centrales, estiró el botín y nos hizo que esa mirada, entonces, brillara y hasta gritara. Volviste a abrir el crédito, Tweety, te lo tenemos que decir. El hincha putea, el hincha se calienta, pero el hincha reconoce. La ovación del final fue una demostración de eso, ¿o no? En el área casi nunca nos defraudaste (fue el comentario de casi todos los hinchas), y te la merecés, che. De la puteada al gol. Del gol al aplauso.

Luego, por la victoria, no nos ilusionemos, vamos tranquilos, muchachos, Bicho a Bicho. Ya nos pasó en el Clausura 05: si le ganábamos a Arsenal éramos punteros y empatamos 1-1 sobre la hora, y luego ?encima? tuvimos que putear y sufrir y ganar la Promoción y volver a coquetear con la cornisa.

Por eso, muchachos, Bicho a Bicho, sin exaltarnos. El sábado próximo visitamos al Rojo (la fiesta y el aliento se trasladan a Avellaneda), un grande como nosotros, que no vaya a ser cosa que empiece a asustarse por la moral de Argentinos contra los poderosos. Con esta actitud se puede llegar lejos. El León fue gatito y así le fue. Muy bien Piscu (zurda, rosca y magia) y bastante bien Pontiroli, que cumplió. Y para el resto, toda la banca. Porque al Bicho hay que alentarlo. Porque vamos bien. Porque Bicho a Bicho.


Y al quinto tiro libre, Piscu festejó

Pisculichi convirtió un golazo a los 35 minutos del segundo tiempo, de tiro libre, pero antes había rematado cuatro veces más con pelota parada hasta alzarse con el 2-0. El juvenil había intentado a los 22'' y 31'' de la primera parte, respectivamente, pero en ambos la pelota se le fue por arriba. Ya en el ST, tuvo dos más: por encima del travesaño y cruzado, cerca. En el quinto festejó: zurdazo, comba y al ángulo.

Se recuperó un romance

Carrario no tenía un buen antecedente. Peleas con hinchas. Argentinos había perdido el partido de ida de la Promo con Rafaela, y el Tweety explotó por el maltrato que recibía desde las tribunas. "Si fuera por la gente, no seguiría un segundo más", disparó el delantero. El Bicho zafó del descenso y todo quedó atrás. Y ayer Carrario recuperó la sonrisa: le metió su cuarto gol a Estudiantes, y fue ovacionado.

No la metió, pero jugó bien
Por: Silvia Córdoba (Madre de Matias Córdoba)

Me quedé muy contenta por cómo jugó mi hijo. Por más que esta vez no haya metido un gol, como se lo pedí yo, igualmente me gustó su forma de jugar. Por eso, cuando llegó a casa lo aplaudimos y lo felicitamos porque se lo merecía. Disfruto el doble cuando gana Argentinos y mi hijo es titular. Ah, eso sí: el fin de semana próximo le voy a volver a pedir que convierta un gol. Para este partido no me cumplió porque creo que la cábala se hizo pública, ja, ja. Pero en privado seguro que va a dar resultado otra vez, como ocurrió otras tantas veces.Vi el partido igual que siempre, con el mismo entusiasmo. No me perdí ninguna jugada. Estuve con el rosario en una mano y bajo los efectos de un Valium que me tomé para que no me subiera la presión. No sé mucho de fútbol, aunque me quedó una impresión: dio la sensación de que Matías jugó en una posición distinta, más retrasado en la cancha que lo habitual. Se dedicó bastante a correr para robar pelotas y eso provocó que se cansara mucho. Por eso no estuvo tan cerca del arco contrario y sólo tuvo una chance de meterla. Igual, llevó bien la pelota e hizo cosas buenas. Ah, y no entiendo por qué el técnico lo sacó en el segundo tiempo... Eso lo sabrán los periodistas mejor que yo.

Los aleteos de un goleador

Y agradeció a la gente por el gesto
Y gozó con el indulto

"Era al pedo seguir con algunos rencores. La gente hizo bien en aplaudir y por eso le devolví el gesto. Hay que tirar para adelante para que Argentinos siga jugando así".

Carrario no se olvidó de mencionarse...
El Tweety vuela alto
"Lo importante es que este equipo mantuvo la base. Tiene jugadores importante como Pisculichi, Machín, Córdoba y yo, que soy un gran goleador, je".

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