Disfrutar el momento
Con gol de Saavedra, Quilmes derrotó 1 a 0 a Argentinos y se colocó a un punto del líder, Central; con la victoria, cortó una racha de 28 años sin triunfos en la Paternal
Con el libreto conocido, aquel que indica primero defender el cero en al arco propio y después intentar el desequilibrio en ofensiva, Quilmes derrotó a Argentinos y se colocó a una unidad del puntero del torneo Clausura, Rosario Central. Además, cortó una racha negativa de 28 años sin triunfos en la Paternal, donde no ganaba desde el 28 de febrero de 1977.
No fue un triunfo cómodo, aunque en el preciso momento en que Raúl Saavedra anotó -cuando expiraba el primer tiempo- el que significaría el único gol del partido, la victoria de Quilmes quedó sellada. Cumplió el guión a la perfección: sostuvo la imbatibilidad de su arco sobre la seguridad que entregaron Marcelo Pontiroli, Agustín Alayes, Leandro Desábato; sobre el incansable despliegue del chileno Pablo Galdames para romper juego y distribuir con precisión, apostó a la creatividad de Pablo Sánchez para generar riesgo. Con el disparo de Saavedra logró la escasa, pero vital diferencia.
No brilló, pocas veces lo hace, pero desde que la pelota comienza a rodar cada elemento sabe la función que tiene que desempeñar. Con esa virtud, impuesta con la llegada a la dirección técnica de Gustavo Alfaro, Quilmes consolidó su posición en la elite del fútbol argentino, consiguió la clasificación para la última Copa Sudamericana, ocupa una posición expectante en el Grupo 3 de la presente Copa Libertadores, y también se ilusiona en dar pelea en el actual torneo. No tiene un plantel cargado de estrellas, pero tampoco le falta recambio.
El único sofocón de la tarde lo padeció con un tiro libre de Leonardo Pisculichi, en forma de centro, que Leandro Fleitas, solo en el área chica, cabeceó desviado. El resto del desarrollo lo manejó a su antojo, porque anuló a Pisculichi, el único jugador distinto que tuvo Argentinos, y desde allí empezó a desnivelar.
También hizo de la defensa un culto, porque cuando Argentinos intentó reaccionar, Quilmes retrocedió, achicó los espacios y fue infranqueable. Y en el momento en que el local dejó de presionar, contó con el manejo de Sánchez para esconder y hacer circular el balón.
En el segundo tiempo, con el ingreso de Leandro Benítez, el ganador controló aún más la pelota y tuvo, con un remate de Desábato y otro del colombiano Iván Velásquez, la posibilidad de estirar la ventaja, aunque la diferencia hubiese sido exagerada.
Ganó el ministro
Alberto Fernández, jefe de Gabinete e hincha de Argentinos, y Aníbal Fernández, ministro del Interior y simpatizante de Quilmes, estuvieron presentes en el estadio. "Este es un equipo rústico y áspero, aunque sabe lo que quiere", expresó a la salida quien se retiró ganador.
La confianza del DT Alfaro
"En un partido tan cerrado, supimos entender el juego de Argentinos y llevarnos los tres puntos", sintetizó el DT de Quilmes, Gustavo Alfaro. Pese al resultado favorable, el entrenador no se conformó con el juego y sostuvo: "Hay algunos aspectos que debemos modificar, aunque estoy satisfecho con lo que están haciendo los jugadores. Afrontar los dos torneos no es imposible y lo vamos a demostrar".
En tanto, en el vestuario local, Luis Medero no ocultó su desazón: "Fallamos en todas las líneas y no supimos encontrarle la vuelta a Quilmes. Lo cierto es que en la próxima fecha, frente a Almagro, no importará tanto cómo juguemos sino ganar como sea. Esto se puede revertir. Todavía estamos a tiempo".
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